INFORMACION DEL NORTE DE ETIOPIA Sergi Reboredo acceso a Etiopia
Un sacerdote posa majestuoso con su cruz en la puerta del Monasterio de Birgida Maryam en una de las islas del Lago Tana. El lago Tana, el lago más grande de Etiopía es la fuente del Nilo azul de donde comienza su viaje largo a Khartoum y encendido al mediterráneo. Las 37 islas que se dispersan sobre la superficie de las iglesias y de los monastries fascinadores del abrigo del lago, algunos de los cuales tienen historias el datar del décimotercero siglo. Sin embargo, debe ser observado que la mayor parte de las casas religiosas no están abiertas a las mujeres. Las islas más interesantes son: Birgida Mariam, Dega Estefanous, DEK, Narga, Tana Cherkos, Mitsele Fasiledes, Kebran y Debre Maryam. En el interior del monasterio de Debram Maryam en el Lago Tana se pueden contemplar frescos como este. Magnificos frescos. Los monasterios del lago son algunos de los mejor conservados. Han sido declarados Patrimonio de la Humanidad. La Iglesia de Maria o Debre Maryam se encuentra a poca distancia del monasterio de Gabriel,en otra isla dentro del Lago Tana y casi al comienzo de donde el lago se convierte en el Nilo Azul. Interior de la Iglesia de Debre Sina Maryam, de planta circular. Los murales de Debre Sina Maaryam están considerados los más complejos y de colores más vivos que se han visto en la región de Tana. La tradición local afirma que son de origen medieval, pero lo más probable es que se realizaran al principio del periodo gondar bajo el mecenazgo de una nombre, Melako Tawit, representada en un mural, y hermana mayor del emperador Fasilidas.
     
Retrato de un etíope de la zona a los pies de las Cataratas del Nilo Azul (río Abay).  Hace unos años, el gobierno etíope inauguró una central hidroeléctrica que aprovecha el desnivel de las cataratas del Nilo. El agua se desvía poco antes del salto hacia una turbina y produce 750 megawatios de electricidad, no demasiado, pero suficiente para llevar llevar luz y energía al norte del país. Incluso sobra para exportar. Tis Isat, las cataratas del Nilo Azul. En el enorme y bello lago Tana, se encuentra el nacimiento del Nilo Azul, ese gran ramal que  vierte sus aguas allá por Sudán en el Nilo Blanco, el gran Nilo que atraviesa todo Egipto y va a morir al Mediterráneo. El gran Nilo que fue habitado por cocodrilos enormes, y surcado por los faraones y los sacerdotes adorando al dios Sol, Ra, y a todo el panteón que se extendía bajo sus alas. Descubrir el nacimiento del Nilo Azul (río Abay en etíope) fue uno de esos grandes objetivos de los antiguos exploradores. Uno de esos misterios, junto con el del Nilo Blanco, que trajo de cabeza a muchos. Y durante mucho tiempo se confundió con las cataratas que se encuentran unos kilómetros más allá del lugar correcto (las cataratas están a unos 30 km de Bahar Dar). Retrato de una madre junto a su hijo a los pies de las Cataratas del Nilo Azul (río Abay).  Las cataratas del Nilo Azul, en lengua amariña Tis Abay (humo de agua), son uno de esos lugares míticos con los que una sueña cuando lee historias sobre antiguos exploradores, descubridores.. Precisamente, Pedro Páez, un alcarreño nacido en 1564 en un pueblecito de la hoy Comunidad de Madrid, fue el primer europeo "moderno" que estuvo aquí. Era un misionero jesuíta, que se convirtió en un experto de las lenguas y cultura autóctonas, y tuvo la suerte de conocer la sobre fuente del Nilo Azul, en 1613.
     
Una chica recoge agua de un pozo cercano para llevar a su casa junto al monasterio de Debram Maryam en el Lago Tana. Hay 37 islas sobre la superficie del lago Tana, de las cuales, 20 albergan iglesias y monasterios de un inmenso valor histórico y cultural. Estas iglesias, que están decoradas con preciosas pinturas, además dan cobi jo a tesoros innumerables. Debido a su aislamiento, se solían utilizar para almacenar los tesoros artísticos y las reliquias religiosas de todo el país. El acceso a alguna de estas iglesias está restringido a mujeres, aunque sí se las permite llegar hasta las orillas de la isla, no se les permite avanzar más allá. De todas formas, las mujeres sí pueden acceder a las iglesias de la península Zeghne y a la iglesia cercana de Ura Kidane Mehret, y también a Narga Sellassie. Kebre Gabriel: Se le conoce por el magnífico manuscrito de los cuatro evangelios que se cree que data de finales del siglo XIV o de principios del XV. Vendedoras de souvenirs junto al monasterio de Debram Maryam en el Lago Tana. Las islas del lago Tana albergan monasterios del s. XIII y XIV, aun habitados por monjes y monjas (separados, por supuesto), que siguen una vida apartada y, nunca mejor dicho, monástica... sorprende la delgadez de algunos de ellos, que se mantienen con un puñado de grano al día y poco más! Fueron dundados por ermitaños del cristianismo primitivo que buscaban un lugar donde retirarse del mundo terrenal, y hasta allí siguen acercándose los peregrinos, sobre todo en fechas señaladas. Unos locales atraviesan en barca el Río Abay junto a las Cataratas del Nilo Azul. The Blue Nile Falls es una cascada en el río Nilo Azul en Etiopía. Se les conoce como Tis Abay en amárico, traducido, significa "agua humeante" Están situados en el curso superior del río, a unos 30 km aguas abajo de la ciudad de Bahir Dar y Tana Lake.  Las cataratas son consideradas una de las mejores atracciones turísticas de Etiopía conocidos. Las caídas se estima entre 37 y 45 metros de altura, que consta de cuatro arroyos que originalmente variaba de un hilo en la estación seca de más de 400 metros de ancho en la estación lluviosa.
     
Retrato de un anciano en el monasterio de Kebran Gabriel, en el Lago Tana. Kebran Gabriel, el monasterio más cercano a Bahar Dar, es un principal atractivo turístico para los visitantes masculinos, ya que es uno de los lugares donde las mujeres están prohibidas. Originalmente establecida en el siglo XIV y reconstruido durante el reinado del emperador me Iyasy, es un edificio modesto, pero con un ambiente impresionante catedral distinta. Dos parejas cosmopolitas de Etíopes de clase alta demuestran que la modernidad también ha llegado a estas tierras africanas. Etiopía es la tercera economía que más rápidamente crece en el mundo, tras China y la India, con una media del 11% anual en los últimos cinco años. “El proceso de transformación y crecimiento, que comenzó hace una década, es hoy una realidad innegable y se puede ver hasta en la calle, ya que Etiopía es uno de los países africanos donde más rápidamente está creciendo la clase media”, afirma David J. Mülchi,  cónsul honorario de Etiopía en España, el equivalente al cargo de embajador dado que no existe Embajada de Etiopía en España. Interior de un restaurante. Los hombres matan las horas junto a un viejo televisor. La injera es el plato típico y se encuentra en cualquier restaurante, bar y en todas las casas. La injera es el pan etíope. Tiene un sabor agrio muy característico y especial. Se realiza con la harina de teff (el teff es un cereal local –sin gluten- de granos muy pequeños, que es muy difícil de encontrar fuera de Etiopía).
     
Retrato de una joven vendedora de souvenirs junto al monasterio de Debram Maryam en el Lago Tana. Este lago, es el más grande de los lagos etíopes con 85 km de largo, 65 de ancho y una profundidad de aproximadamente de 14 metros. Salpican el lago más de 37 islas y en su orillas se encuentran las penínsulas de Gorgorá, Mendabba y Zeghe(la más próxima y la más visitada por su proximidad a la ciudad). Evidentemente, la visita a los monasterios que se encuentran dentro de este lago, es el motivo más importante, pero también para los amantes de la naturaleza y sobre todo para los ornitólogos pues tendrán la oportunidad de ver cigueñas, garzas, águilas, loros y así hasta 823 de las cuales 16 especies son endémicas de Etiopía; también en ocasiones se pueden ver cocodrilos e hipopótamos aunque yo os tengo que decir que no observé nada. Patio exterior de la Iglesia de Debre Sina Maryam. Las flores campan a sus anchas y un chico local va vestido con la camiseta de FC. Barcelona. Gorgora, inmediatamente adyacente al campamento, también tiene un montón de lugares de interés cultural. Tiene una iglesia que data de 1334 (reconstruido en 1608) que cuenta con hermosos frescos coptos. A pocos kilómetros del camping se encuentran las ruinas de un palacio del siglo 17 y de la catedral de Susenios Emperador. Desde las ruinas tiene una hermosa vista a través del lago Tana. Una mujer posa junto al Monasterio de Birgida Maryam en una de las islas del Lago Tana. Enclavado en el occidente del país y con más de tres mil quinientos kilómetros cuadrados de extensión, Tana es el lago más grande de Etiopía y un lugar sagrado desde tiempos inmemoriales. Islas tupidas se yerguen en la lejanía, tapizadas de verde hasta las cimas, sus bosques esconden algunos de los más importantes monasterios e iglesias del rito etíope, muchos de ellos con más de setecientos años de antigüedad.
     
Ambiente rural junto a la entrada del sendero que lleva a Cataratas del Nilo Azul. Unos burros atados a un poste con la atenta mirada de una niña que parece poseída. EL Nilo en su viaje hacia el mar parte desde Uganda y Kenia lo que se ha llamado como el Nilo Blanco y desde Etiopía lo que se ha llamado como el Nilo Azul. Estos dos cauces se unen en la ciudad de Khartoum, la capital sudanesa para atravesar el desierto dirigiéndose hacia Egipto pasando por la región de Nubia donde llega a su máximo esplendor, allí uno se sumerge en el mundo faraónico de las pirámides, de los sarcófagos, de los templos como el de Abu Simbel y donde atravesando las grandes ciudades como Lúxor y El Cairo el Nilo llegará finalmente a la mítica ciudad de Alejandría donde se mezclará con el Mediterráneo gracias a un inmenso delta.  Uno de los típicos autobuses de Etiopia atiborrados de personas y de todo aquello que se puede transportar. Bajo nuestro punto de vista es la mejor forma de vivir el país, pero también debemos decir que es bastante dura, debido principalmente a que los trayectos se hacen inacabables (por ejemplo, en el circuito norte hay recorridos que suponen dos días de viaje). Los autobuses siempre suelen salir alrededor de las 6 ó 7 h. de la mañana y normalmente nunca circulan más allá de las 18 h., ya que se evita la conducción de noche. Para trayectos largos aconsejamos seguir fielmente la ceremonia del autobús: antes de nada es conveniente comprar el billete el día anterior (hasta las 18 h.), aunque los asientos no son numerados e, incluso, se venden más plazas de las que realmente hay. Por esta razón se debe ir a la terminal de autobuses a las 5 de la mañana, entrar en el recinto de la estación antes de que lo hagan los etíopes (la puerta de acceso está cerrada hasta las 5'30 h. Canoas de papiro junto al Canoas de papiro junto al Lago Tana.  En Woito se construyen las famosas canoas de Papiro, también se encuentran el Palacio en Bezawit y un mercado local. El lago Tana (también escrito T'ana; anteriormente escrito como Tsana o Dambea) es el lago más grande de Etiopía, fuente del Nilo Azul. El lago está ubicado en las tierras altas al noroeste del país, a 1.840 msnm, y tiene aproximadamente 84 km de largo y 66 km de ancho. La profundidad máxima es de 15 m y tiene una superficie de 2.156 km². El lago recibe sus aguas de los ríos Reb, Gumara, Lesser Abay, Kilti y Magech. El lago tiene unas treinta islas e islotes, cuyo número varía según sea el nivel del lago, que ha bajado de unos dos metros en los últimos 400 años.  Enclavado en el occidente del país y con más de tres mil quinientos kilómetros cuadrados de extensión, Tana es el lago más grande de Etiopía y un lugar sagrado desde tiempos inmemoriales. Islas tupidas se yerguen en la lejanía, tapizadas de verde hasta las cimas, sus bosques esconden algunos de los más importantes monasterios e iglesias del rito etíope, muchos de ellos con más de setecientos años de antigüedad. A este lago, dice una de tantas leyendas, llegó por primera vez el Arca de la Alianza, cuando una pequeña comunidad judía que huía de la persecución en Egipto la transportó desde Aswán, río arriba, a través del Nilo Azul, hasta llegar al gran lago. En la isla de Tana Kirkos, sigue la leyenda, el arca permaneció escondida por ochocientos años hasta que fue trasladada a la ciudad de Axum, donde se cree que aún reposa, en la iglesia de Nuestra señora María de Sión, custodiada por un sacerdote viejo y ciego.
     
Góndar. Castillo de los fasilidas. La mayoría de los españoles sabemos poco de Etiopía. En pleno centro de Góndar se encuentra el Recinto Real o Fasil Ghebbi, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979. La zona amurallada cuenta con seis castillos de piedra, de estilo portugués, de inspiración axumita o con influencias indias. Algunos son enormes, otros más modestos, los hay más y menos lujosos, peor y mejor conservados. El castillo más grande es el de Fasilidas, el emperador que fundó Góndar. Gondar, a los pies de las montañas Simien, fue fundada por Fasilidas en el s. XVII, y fue un centro político, administrativo, comercial, religioso y cultural importante durante más de 250 años. Su decadencia, producto de intrigas y luchas dinásticas, se agravó cuando Tewodoros II trasladó la sede del gobierno imperial a Debre Tabor, a 100 km al sureste. Más adelante, la ciudad fue saqueada por los mahdistas sudaneses durante el s. XIXI, y por último, ocupada por las tropas fascistas italianas en la segunda Guerra Mundial. Algunos edificios resultaron dañados por el bombardeo de las Fuerzas Aéreas británicas durante la campaña de liberación. Un sacerdote hace tocar el tambor en el interior de la Iglesia Debre Birhan Selassie (también llamada de los Querubines. A las afueras de la ciudad de Gondar se encuentra la iglesia Debre Birhan Selassie muy conocida por sus pinturas murales, se encuentra en una colina sobre la ciudad, con paredes hermosamente pintadas que cuentan muchas historias religiosas. Si se mira hacia arriba se ven las ochenta cabezas aladas de querubines etíopes sonriendo, todos ellos con una expresión ligeramente diferente. Es el techo mas famoso de Etiopía.
     
Muro exterior de la iglesia Debre Berhan Selassie. Junto con los cerca de 11 castillos y edificios anejos, la iglesia del siglo XVII de Debre Birhan Selassie es la única que ha sobrevivido a las repetidas destrucciones de Gondar a manos de los derviches (egipcio-sudaneses), los italianos y los británicos. Baños de los Fasilidas. Atravesando un viejo portalón de madera en el que dormita un amable anciano que al parecer es el “guarda” de lugar, tras una breve charla penetramos en el recinto, antes nuestros ojos se presenta un pequeño edificio de “estilo Gondarino” en el que destacan un par de torres de dos plantas, a los pies del edificio se abre un estanque o “piscina“ de unos 3.000 metros cuadrados, son los famosos baños del Emperador Fasilidas. La arboleda presente en el recinto, consciente de la belleza del lugar se funde con la piedra del muro que rodea el estanque logrando una simbiosis mágica. Un sacerdote en la puerta de la iglesia Debre Berhan Selassie. Cuenta la leyenda que, cuando a finales del siglo XIX los derviches sudaneses intentaron destruir esta iglesia, un enjambre de abejas los echó del lugar, persiguiéndoles enfurecidas, hasta que los derviches no tuvieron más remedio que desistir de su intento. Debre Berhan Selassie es una iglesia íntima atiborrada de arte etíope. Vidas de santos, mártires y tradición popular se disputan las paredes mientras que decenas de querubines alados devuelven la mirada al visitante desde el techo.
     
Interior de una de las casas más antiguas de la ciudad de Gondar. Gondar es una ciudad que a pesar de su potencial turístico percibimos como muy empobrecida, pero desconozco si corresponde a la realidad de la globalidad de la zona. Muchos de sus habitantes emigraron a Estados Unidos y desde allí envían dinero a sus familias. Esto, junto al turismo que atrae el recinto real, permite que la ciudad tenga una entrada extra de divisas y que parte de su población no viva tan al límite. Exterior de una de las casas más antiguas de la ciudad de Gondar. Gondar ciudad imperial llena de castillos de los antiguos emperadores,tambien en una ciudad moderna.Gondar fundada por el emperador Alam Sagad o Fasilidas en el año 1635 y fue el ultimo bastion de la ocupacion italiana,aqui se retiraron cuando los britanicos ocuparon Addis Abeba.Esta rodeada de montes y desde uno de ellos hay unas vistas espectaculares de la ciudad.Recorimos varias calles del centro y tomamos te con cardamomo que esta riquisimo. Interior de una de las casas más antiguas de la ciudad de Gondar. Gondar es una ciudad que a pesar de su potencial turístico percibimos como muy empobrecida, pero desconozco si corresponde a la realidad de la globalidad de la zona. Muchos de sus habitantes emigraron a Estados Unidos y desde allí envían dinero a sus familias. Esto, junto al turismo que atrae el recinto real, permite que la ciudad tenga una entrada extra de divisas y que parte de su población no viva tan al límite.
     
En la plaza central de la ciudad de Gondar destaca la proximidad de un nuevo cibercafé “Facebook” junto a la antigua iglesia. Fundada en 1636 en el noroeste de Etiopía, fue la sede de la corte del emperador Fasil o Fásilidas. Durante casi 200 años fue ciudad real, encrucijada comercial y sede de la cultura. Impulsó uno de los períodos más fecundos del arte etíope. Espléndida capital cuyo reinado duró más de dos siglos a partir de 1636; al principio fue un campamento instalado para recibir al emperador, a los nobles y a los oficiales con sus sirvientes. Gondar es uno de los sitios más maravillosos del mundo. No solamente, por su impresionante Palacio Real, sus Baños Fasilidas (entrada conjunta, 100 birrs) y sus numerosas, bellas y extrañas –para nosotros- iglesias –entre ellas, la Gabriel-, presididas por sus enormes cruces y llamativa simbología, sino por la propia idiosincrasia de sus calles y de sus gentes. Todo el entorno rezuma a cotidiano y genuino, en su estado más puro. En la tierra donde los atletas más famosos son Haile Gebrselassie, Kenenisa Bekele y Tirunesh Dibaba, todas figuras mundiales del atletismo, también se dan oportunidad de soñar en el futbol y clasificar a su primer Mundial en Brasil 2014. Gasolinera en las calles del centro de Gondar. Gondar es una cuidad en un valle entre varias montañas, le llaman el Camelot de África y es que tiene un conjunto medieval muy bonito y bastante bien conservado. Esta ciudad fue capital de Etiopía durante muchos años y presume de ser muy turística.  TOTAL DIESEL
     
Retrato de un niño junto a las montañas de Simien. Las bellezas de los montes Simien son genuinas y universalmente admiradas, ante ellas solo resta la contemplación. Uno puede preguntarse que fuerzas y poderes sobrenaturales han creado esta maravilla.El parque nacional de las montañas Simien tiene muchas cimas por encima de los 4000 m, siendo Ras Dashen el pico más alto de Etiopía y el cuarto de Africa con 4620 m. Con al menos tres diferentes zonas botánicas, el parque es conocido por su diversa ecología, fauna y flora. Tres de los siete grandes mamíferos endémicos de Etiopía – la cabra Walia, el babuino Gelada y el zorro rojo de los Simien, se encuentran aquí. Retrato en el exterior de una de las casas más antiguas de la ciudad de Gondar. En la región de Amhara en Etiopía, la ciudad de Gondar es famosa por sus castillos medievales y las iglesias que fueron construidas por los emperadores entre los años de 1.635 y 1.855. Hasta el siglo XVI, los Emperadores de Etiopía vivían una vida nómada, trasladándose de un lugar a otro dentro del territorio que reinaban, junto a su familia, cortesanos y la guardia real, se instalaban en tiendas de campaña con el consiguiente problema que les ocasionaba las lluvias. Los niños juegan al futbol en las afueras de Gondar. Gondar cobró tal importancia cultural y económica, que fue capital del reino de Etiopía hasta finales del siglo XIX , cuando el poder de los emperadores comenzó a decaer, y fue incendiada en varias ocasiones. .Su peculiar historia tiene su origen cuando un emperador de Etiopía, llamado Alam Sagaz, también conocido como Fasilidas construyó en 1632 el primer castillo en una aldea situada junto al Lago Tana y a las montañas Simen, cansado de esa vida nómada, y para poder descansar durante la temporada de lluvias.
     
Retrato de un niño en El Parque Nacional de los montes Simien. Las montañas de Etiopía son antiguas y redondeadas. Pocas cumbres en forma de pico aparecen en el paisaje, a pesar de la altura. El horizonte montañoso es ondulado y a veces de perfiles planos, a diferencia de lo habitual en el paisaje alpino. Varios niños posan junto al Simien Lodge. El Parque Nacional de las montañas de Simien es un espacio de naturaleza virgen que se desarrolla a una altura de alrededor de 3.000 metros. Las cumbres más altas superan con mucho los 4.000 metros, y los valles y cortes en la montaña crean desniveles con paredes vertiginosos en esas llanuras altas que se generaron después de siglos de erosión. Un niño toca un instrumento musical artesano, similar a un violín, elaborado por el mismo y que deleita a todo el que lo escucha en lo alto de las montañas de Simien. Situado a unos 100 kms al norte de Gondar, las montañas Simien constituyen una de las mayores cordilleras de África, con al menos una docena de cumbres por sobre los 4.000 metros. Estre estas se encuentra Ras Dashen, el punto más alto de Etiopía con 4.553 metros de altura, el cuarto pico más alto de África.
     
El gelada (Theropithecus gelada) es una especie de primate catarrino de la familia Cercopithecidae endémica de las tierras altas de Etiopía. Al igual que los babuinos, son terrestres y pasan el tiempo alimentándose en las praderas. Algunos autores incluyen el gelada dentro del género Papio, pero desde 1979 se le ha incluido en otro género separado, Theropithecus. Theropithecus gelada es la única especie viviente, aunque se conocen al menos otros dos linajes separados en el registro fósil. Los babuinos Gelada son unos monos endémicos de las montañas Simien, o sea que solo se dan en esta región del norte de Etiopía. Son monos peludos y los machos se distinguen de las hembras por una mancha en forma de corazón roja que tienen en el pecho. No son nada violentos y te puedes acercar a ellos si no haces mucho ruido, la verdad que son un verdadero encanto, sobre todos los pequeños que son llevados a lomos de las hembras. En Simien no sólo habitan los babuinos Gelada. También es territorio propicio para otras dos especies endémicas: el chacal de Simien y el íbice de Abisinia, una cabra montesa de poderosa cornamenta. De éstos, mucho más cautos, no vimos ninguno. Los babuinos, sin embargo, nos acompañaron durante casi todo el recorrido. No es de extrañar, teniendo en cuenta que aquí viven casi 8.000. A veces los veías, despiojándose con parsimonia en solidaria hermandad, otras los intuías y, a menudo, escuchabas sólo sus gruñidos guturales.
     
Una chica transporta el agua que ha ido a recoger a un pozo cercano en las montañas de Gheralta. Gheralta es una región de una belleza extrema, de montañas rojas espectaculares y con un paisaje sobrecogedor. Desde Abraha Atsbeha se puede visitar la iglesia de Yohannes Maequddi, con frescos preciosos en muy buen estado de conservación. Pero hay que subir cuarenta minutos para llegar a ella. Una mujer local camina entre las laderas de las montañas de Simien. Las montañas Simien, situadas en el norte de Etiopía a 100 km de la ciudad de Gondar, son un bellísimo macizo montañoso que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978. Cuenta con diversas cumbres de más de cuatromil metros, profundos valles y una enorme variedad de animales endémicos como el lobo de las Simien, el Ibex Walia y el babuino Gelada además de animales como la hiena y el leopardo. Un caballo pasta en un valle de las montañas de Simien. Puede que no vaya tan desencaminado. Las montañas Simien (que en amárico significa «Norte»), Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, con sus 180 kilómetros cuadrados de singular belleza, es territorio de los endémicos babuinos gelada. Para el excursionista, comprobar cómo manadas de hasta 400 individuos de estos monos deambulan a una altura que oscila entre los 2 mil y 4 mil metros, es una emocionante vivencia.
     
Mercado de Debark. Varios niños juegan al futbolín mientras sus padres están vendiendo o comprando.  El pueblo de Debark es el punto de partida hacia las montañas Simien una de las maravillas de Etiopia.Aqui se reunen para comprar y vender sus productos,el mercado es el corazon del pueblo,el centro de este pequeño mundo.Aqui se hacen camisas con maquinas de coser de las que tenia tu abuela,se venden especies,ropa,zapatos,lana y un sin fin de cosas mas, es un mundo de olor y color. Ambiente en la plaza de de Adi Arkai, un minúsculo pueblo entre las montañas de Simien y Axum. El tramo entre Debark y Adi Arkay desciende casi 2.000 metros por entre las montañas. La pista a menudo va colgada sobre abismos sin fondo, con curvas de 180º sin protecciones laterales, y a veces bajo cascadas de agua (algunas de decenas de metros de altura) que caen por las paredes de roca directamente sobre la pista. Una niña cargada hasta los topes de leña en el mercado de Debark. Debark tiene unas cuantas tiendas y puestos donde se pueden comprar verduras y algunos artículos básicos. En Gondar hay varias tiendas con las existencias razonables de los productos alimenticios. Si usted no tiene todo el equipo necesario se puede alquilar en su mayor parte en Debark. Nacional de Simien Parque normas requieren que todos los visitantes del parque deben ser acompañados por un ranger armado, que cobran alrededor de $ 3 por día. Rutas de senderismo le llevará a través de pequeños pueblos y cultivos en terrazas en los valles más bajos, antes de llegar a una serie de acantilados y escarpes. Más allá de los acantilados se llega a las hermosas praderas alpinas y el desierto agreste de las áreas de los picos altos.
     
Unos novios apunto de casase en la iglesia moderna de St Mary  of Zion. La Iglesia de Santa María de Sion se encuentra en Aksum, (Etiopía). Pertenece al Patriarcado Copto de Etiopía uno de los patriarcados de la Iglesia Copta. Según la tradición, en esta Basílica se custodia el Arca de la Alianza, que supuestamente fue depositada allí por Menelik I, hijo de Salomón, aunque no se puede asegurar totalmente ya que hay toda una discusión sobre su ubicación exacta, pero la teoría de que se encuentre en la Iglesia de Santa María de Sion es la más sólida. Los tambores tocan en la iglesia moderna de St Mary  of Zion en el momento en el que unos novios están apunto de casase. Los bailes y los vesturarios de los invitados deslumbran a cualquier visitante, sobretodo a los extranjeros.  El santuario más sagrado en Etiopía es la Iglesia de Santa María de Sión en la ciudad de Axum, allí dicen los Etíopes que se encuentra la verdadera Arca de la Alianza del pueblo de Israel, y que se menciona en el Antiguo Testamento. Los invitados de una boda, perfectamente vestidos para la ocasión, en la iglesia moderna de St Mary  of Zion de Axum. En la iglesia de Santa María de Sion de Axum, se encuentra un artefacto que, de confirmarse su autenticidad, añadiría muchísima miga a las leyendas etíopes. Por desgracia, sólo una persona viva ha visto este artefacto. El Arca de la Alianza está, según los cristianos etíopes, encerrada bajo llave en esta iglesia y sólo el guardián oficial puede entrar [los no-sacerdotes-ortodoxos-etíopes ni siquiera nos podemos acercar a cinco metros de la verja que rodea el templo]. No hay duda de la importancia que la leyenda del Arca juega en la Cristiandad etíope y pocas personas se atreverían a cuestionarla.
     
La comitiva nupcial recorre las calles de Axum a bordo de un tuc-tuc festejando que se acaban de casar sus allegados.  AXUM ES LA CIUDAD MÁS ANTIGUA DE ETIOPÍA Y PROBABLEMENTE DEL MUNDO. Cuenta la leyenda que es en esta ciudad creada por los habitantes del puerto de Adulis cuando éste fue destruido, nació Melenik I, hijo del rey Salomón y la Princesa de Saba. De hecho, todavía se conservan las ruinas del Palacio de la Reina de Saba en cuyas cercanías hay un lago en donde supuestamente se bañaba la reina y donde los habitantes de la ciudad recogen agua pues la consideran mágica. Unos niños venden souvenirs en las puertas de la iglesia de St Mary  of Zion en Axum. El santuario más sagrado en Etiopía es la Iglesia de Santa María de Sión en la ciudad de Axum, allí dicen los Etíopes que se encuentra la verdadera Arca de la Alianza del pueblo de Israel, y que se menciona en el Antiguo Testamento… Unos sacerdotes muestran los libros sagrados de la nueva iglesia de St Mary  of Zion en Axum. Las iglesias etíopes cuentan con varias entradas: la entrada sur para mujeres y la norte para hombres; la oriente puede ser usada indistintamente. Construidas siguiendo un esquema inspirado en el Templo de Salomón, tienen tres partes: un coro, un espacio sagrado donde se reparte la eucaristía y un santuario cerrado accesible sólo a los sacerdotes. Ahí, en esa parte llamada “sagrado de lo sagrado”, cada iglesia guarda un Tabot, una réplica del Arca y de sus Tablas de la Ley, en un pequeño cofre de madera.
     
El Arca de la Alianza en en la iglesia de St Mary  of Zion en Axum. La Iglesia de Santa María de Sion se encuentra en Aksum, (Etiopía). Pertenece al Patriarcado Copto de Etiopía uno de los patriarcados de la Iglesia Copta. Según la tradición, en esta Basílica se custodia el Arca de la Alianza, que supuestamente fue depositada allí por Menelik I, hijo de Salomón, aunque no se puede asegurar totalmente ya que hay toda una discusión sobre su ubicación exacta, pero la teoría de que se encuentre en la Iglesia de Santa María de Sion es la más sólida. El Arca de la Alianza era un objeto sagrado que guardaba las tablas de piedra con los Diez Mandamientos, la vara de Aaron que reverdeció y el Maná que cayó del cielo. Varios niños y niñas separados hacen catequesis en el interior del recinto de la iglesia de St Mary  of Zion en Axum. el Arca de la Alianza es una reliquia venerada fervorosamente por los etíopes razón por la cual las iglesias guardan en su recinto más sagrado una réplica del Arca de la Alianza que contiene el Tabot. El Tabot que se guarda en las iglesias etíopes es una réplica (en madera o piedra) de las Tablas de la Ley cuyo original se conservaría en Santa María de Sion , en Axum. Nos encontramos en Axum, ante la fachada de la Iglesia de Nuestra Señora de Sion, lugar en el cual y según asegura la tradición se encuentra actualmente el Arca de la Alianza. En el interior del templo una única persona, un sacerdote, un elegido, un descendiente directo de los levitas, guarda celosamente el tesoro y no permite que nadie lo toque o lo vea. Un devoto cristiano copto reza a las puertas de la iglesia de St Mary  of Zion en Axum, el lugar en el que creen que se guarda El Arca de la Alianza. La revelación del milenio. El Arca de la Alianza, según la Biblia, es la caja que guardaba las Tablas de la Ley de Moisés con los Diez Mandamientos, y constituye, sin la menor duda, el objeto sagrado más codiciado de cuantos han sido buscados por el hombre en distintos lugares de la tierra, desde África a Oriente Medio. Rodeada de misterios, todavía hoy es uno de los tesoros más míticos del Antiguo Testamento. Durante siglos, el Arca ha encendido la imaginación de fanáticos, místicos, aventureros, arqueólogos y escritores.
     
Interior de un antiguo molino, en la aldea de Atba, en el que los cereales se convierten en harina. Esta aldea se encuentra cerca del monasterio de Abba Garima. A unos 11 kilometros al este de Adwa, se encuentra el monasterio de Abba Garima, el cual se dice fue fundado por uno de los nueve santos en el siglo VI. El monasterio es conocido por su colección de objetos religiosos, incluyendo tres evangelios del siglo X. Usando Adwa como base, se puede visitar Yeha y Debra Damo. Algunas mujeres criban los granos de cereales en la aldea de Atba.  El Teff, el cereal llegado de Etiopía. El teff es un cereal con muchísimo futuro ya que como veremos en este artículo tiene unas ventajas nutricionales fuera de serie que lo hacen especial. Origen del teff Etiopía es el lugar de origen de este cereal de grano muy pequeño y color marrón oscuro el cual se cultiva desde hace más de 5000 años. Es uno de sus cultivos mas importante y utilizados en su dieta por este país De su grano se obtiene la harina, con la que elaboran la "Ingera" un tipo de tortilla grande que se acompaña al "wot" un guiso típico de Etiopía. Dos trabajadoras en el interior de un antiguo molino, en la aldea de Atba, situada a unos 11 kilómetros del monasterio de Abba Garima. Los Evangelios Garima de Etiopía son los manuscritos ilustrados más antiguos del cristianismo. Los expertos situaron la obra en 1100 DC, pero la datación por radiocarbono ha indicado que los documentos fueron creados en una fecha entre el 330 y el 650 DC. La tradición monástica dice que el monje Abba Garima copió los Evangelios en un día, después de fundar el Monasterio Garima en el norte de Etiopía, creca de Adwa.
     
Junto a las ruinas de Yeha varios cristianos viven en casas sencillas de piedra. El café y la religión son elementos que nunca han de faltar. Yeha es el templo más antiguo del país, su construcción se fecha entre los siglos VI y VII antes de Cristo. Fue levantado durante la época sabaeana, anterior a la axumita, aunque no se sabe gran cosa acerca de la civilización que construyó el templo. Las investigaciones arqueológicas más recientes han demostrado que Yeha fue un extenso asentamiento y en las excavaciones, aún sin finalizar, se han encontrado diferentes tipos de objetos, como hornillos de incienso, armas de hierro y utensilios de cerámica. Dos clérigos en las puertas del monasterio de Abba Garima. Los Evangelios Garima de Etiopía son los manuscritos ilustrados más antiguos del cristianismo. Los expertos situaron la obra en 1100 DC, pero la datación por radiocarbono ha indicado que los documentos fueron creados en una fecha entre el 330 y el 650 DC. La tradición monástica dice que el monje Abba Garima copió los Evangelios en un día, después de fundar el monasterio Garima en el norte de Eiopía, cerca de Adwa. Los dos manuscritos están compuestos por 670 páginas en total, 28 de las cuales están ilustradas; éstas incluyen 4 retratos de evangelistas y un dibujo del Templo de Salomón. Retrato de una aldeana en Yeha. En Yeha, además de las visitas a las ruinas, también cabe la posibilidad de visitar a algunos de los ceramistas. Yeha se sitúa en la sección montañosa norteña de la región de Tigray. Aunque hoy este pago pequeño sobrevive como un pueblo de la casucha, era una vez un sitio de gran civilización del pre-Axumite. Creído para ser la primera capital de Etiopía, Yeha era primero al principio descubierto en una excavación arqueológica compleja alrededor de un patio de los 20 C.
     
Vista desde una de las cimas del entorno de las montañas de Gheralta. En esta región de montañas y cañones se hayan más de una treintena de atractivas y peculiares iglesias talladas sobre las paredes rocosas o en cuevas, la mayor concentración de todo el país. Se trata de una zona muy poco visitada pero tremendamente interesante y hermosa, cuya mejor base de exploración es la localidad de Hausein. Una campesina pasea a su ganado en la planicie de las montañas de Gheralta. En el núcleo de Tigray, la región del norte de Etiopía, famosa por su magnífica cadena de montañas, hogar de magníficas iglesias rupestres, algunas famosas por su arquitectura, pinturas y manuscritos antiguos y otros conocidos por su magnífica vista, se encuentra el Gheralta Lodge. A este territorio se le conoce cómo el museo a cielo abierto pues hay muchísimas iglesias excavadas en la roca. El paisaje es espectacular y cada vez más desértico conforme se va subiendo, además de la visita a la espectacular iglesia de Wukro Chircos que sobresale de un acantilado. En Gueralta hay unas 35 iglesias enclavadas en lugares casi imposibles. Retrato a una familia de etíopes en el tramo de carretera entre Dilb y Gashena que lleva desde Mekele a Lalibela. Lalibela es un pueblo en el corazón de Etiopía que constituye uno de los más importantes centros religiosos de la cristiandad etíope y es desde hace siglos una concurrida meta de peregrinaciones. Lalibela esconde en sus entrañas un tesoro arquitectónico que ha sido calificado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad: un excepcional conjunto de iglesias y edificios rupestres monolíticos, esculpidos –que no construidos– en su subsuelo rocoso durante la Edad Media, con el propósito de crear en África una nueva Jerusalén.
     
Monja de las montañas de Gheralta. Esta monja lleva en lo alto de las montañas de Gheralta desde pequeña, vive de lo que le trae la gente con lo empinado de la zona ya no puede bajar al igual que el cura de la zona. Para visitar alguna de las cerca de 30 iglesias construidas entre el siglo XIV y XVI en las paredes rocosas de la zona lo mejor es destinar, como mínimo, una jornada completa alquilando un coche que os acerque a los diferentes templos acompañados de un guía. Una niña portea a su hermana en la aldea de Yeha, junto a las ruinas del famoso templo. El templo de Yeha, con un lado de sus paredes en la ruina, está por otra parte todavía intacto y testifica al nivel avanzado de las personas de esas veces. Hay ningún rastro de mortero que se usa para construir el templo de que el dentro de las paredes se creyó sido tenido sido pavimentado con oro.  Las excavaciones arqueológicas hicieron en 1909, 1947 y 1973 respectivamente, revela que este templo bonito se destruyó por el fuego. Los tesoros como los anillos de oros, leones dorados, inscripciones piedra-grabadas escritas en Sabean, los animales piedra-tallados como el íbice de Walya (uno de los mamíferos endémicos de Etiopía), la alfarería trabaja y otros eran descubiertos. Trekking en Gheralta. Para acceder la las iglesias enclavadas en las rocas que se encuentran en la cima de las montañas de Gheralta es necesario una caminata con tramos de escalada. Algunas personas del lugar, como este niño, se presentan a ayudar a los visitantes con una propina que suele alcanzar los 100 birr. En la cima se esconden al menos una cuarta parte de los grandes monumentos de piedra de la región. Entre el siglo VIII y XV, un ejército de artistas, escultores, arquitectos y excavadores crearon una red de iglesias asentadas en montañas inaccesibles que están talladas en la roca del Amba Gheralta, del Amba Blanco y de las regiones del Tembien y el Agamé.
     
Algunos de los invitados a un nacimiento en el poblado de Hausein, en la falta de las montañas de Gheralta. Las fiestas en estos casos suelen ser numerosas y muchas veces incluye a todo el pueblo. La injera y la cerveza casera suelen estar presentes. Básicamente se alimentan de un plato que se llama injera. Se sirve en un gran plato de unos 40-50 cm, normalmente de aluminio y en donde ponen una base por toda la superficie de 3mm o 5mm de grosor aproximadamente y muy parecida al pan, pero muy esponjoso. Un par de ancianas se dedican a tenerlo todo reluciente en la celebración de un nacimiento en el poblado de Hausein, en la falta de las montañas de Gheralta. La injera es la comida típica de Etiopia y no falta en ninguna de las celebraciones, como por ejemplo en esta celebración de un nacimiento en el poblado de Hausein, en la falta de las montañas de Gheralta. Injera o Injara no es sólo una especie de pan por que es también un utensilio para comer. Este pan en su forma original es sin utilizar levadura su contextura es esponjosa, y tiene un gusto ligeramente ácido la injara se utiliza para recoger los guisos de carne, o de pollo y verduras. Dos chicas guapas etiopes.
     
Un clérigo en la puerta de la iglesia de Abreha Atsbeha, semi excavada en la roca. La magnífica iglesia de Abreha wa Atsebha está situado a 15 km. owest de Wuqro.  La iglesia es una de las mejores y  más grandes iglesias además de una de las  más antiguas de la región de Tigray, dedicada a los reyes famosos de Axum y a los hermanos Abreha y Atsebha.  La iglesia está situada en la roca de un color rojo con una vista al valle y su fachada pintada de blanco con sus  dos puertas azules a la altura bajo los arcos.  La iglesia está decorada con pinturas del siglo que representan escenas bíblicas. Un campesino transporta la paja que ha segado en la carretera que lleva de Wukro a Mekele. Wukro y Wukro Cherkos. Wukro es una ciudad de tamaño medio situada entre Adigrat y Mekele y muy conveniente como centro desde donde explorar esta rica y fascinante parte del Tigray. Su iglesia excavada en la roca Wukro Cherkos es definitivamente la mas accesible del Tigray y una de las mas impresionantes, aunque no llega a ser monolítica. Una campesina vende sus huevos a pie de carretera en el mercado de Hausein. La imagen que uno puede tener de una Etiopía seca y yerma que se consume en la aridez, crudamente real en muchos lugares, cae en pedazos cuando uno se mueve por las tierras que rodean los cauces rehabilitados, las que reciben agua de algún canal o las que tienen la suerte de contar con un pozo.
     
Los billares son algo habituales en casi todos lo pueblos etíopes por pequeños que sean. En ese caso se trata de uno de los billares del poblado de Hausein, en la falta de las montañas de Gheralta. En el camino entre Wukro y Mekele varias personas recogen agua y aprovechan para bañarse en un pequeño riachuelo a pie de carretera. Mekele es uno de los principales centros económicos y universitarios del país. Constituye, además, el principal productor de cemento de Etiopía. En sus márgenes, recientemente, se habilitó el Aeropuerto Internacional Alula Aba, el cual cuenta con una pista de despegue de 3604 metros de longitud. Existen dos grandes hitos urbanos que caracterizan a la ciudad, por un lado, el monumento al FPLT (Frente Popular de Liberación de Tigray) en conmemoración de la lucha contra el régimen comunista etíope, visible desde la mayor parte de la ciudad. Las madres etíopes acarrean todo el día a sus niños en esta especie de portabebés. A veces las cosas mas sencillas resultan ser las mas sofisticadas. Asi pienso despues de ver como las mujeres mursi llevan a sus bebes. Estas africanas, como muchas otras mujeres del mundo, llevan a sus hijos constantemente en brazos, atados a su cuerpo con una tela a modo de portabebe. De esta manera los bebes forman parte de la vida diaria de sus madres, en todas y cada una de las actividades cotidianas. Como podeis observar en las fotos, no solo son llevados en la tela que hace de portabebé, sino que tambien aprovechan para alimentarlos con la teta, cada vez que el bebe lo necesita.
     
Un clérigo se acerca a nuestro vehículo en la carretera que lleva de Wukro a Mekele. En Wukro el único signo de progreso es una carretera, paso habitual de camiones de mercancías, de vehículos militares y de autocares atiborrados de pasajeros, que atraviesa y divide la ciudad en su camino de Mekele a Adigrat (las dos principales ciudades del Tigray). La vida transcurre a ambos lados de esta vía, donde comercios de todo tipo se mezclan con las escasas oficinas de la administración, con algún que otro establecimiento hotelero y de ocio y con pequeños negocios de diversa índole. El trasiego de gente, a todas horas, de día y de noche, es también constante. Campos de arroz situados en la carretera que lleva de Mekele a Lalibela. Mekele o Mek’ele es una ciudad y un woreda del norte de Etiopía, constituye la capital de la Región Tigray y es la 5 más poblada del país. Está ubicada en el woreda Enderta, en la Zona Debubawi, a 650 kilómetros al norte de Adís Abeba, la capital del país. Mekele es uno de los principales centros económicos y universitarios del país. Constituye, además, el principal productor de cemento de Etiopía. Varios campesinos cortan las cañas de azúcar situadas en la carretera que lleva de Wukro a Mekele. En Wukro, situada en la región del Tigray, al norte de Etiopía, conviven más de 35.000 personas, que llegan a 100.000 si se suman los pequeños poblados y aldeas del área rural. La ciudad ofrece pocos atractivos para el visitante, salvo algunas de las más impresionantes iglesias excavadas en la roca que pueden localizarse en los alrededores. Poco más, porque en Wukro el único signo de progreso es una carretera, paso habitual de camiones de mercancías, de vehículos militares y de autocares atiborrados de pasajeros, que atraviesa y divide la ciudad en su camino de Mekele a Adigrat (las dos principales ciudades del Tigray).
     
Uno de los bares situados en la aldea de Gashena, cercana a Lalibela un buen lugar para hacer un alto en el camino, repostar y comer alguna cosa. Seguimos la ruta por una carretera con tal cantidad de polvo, que cuando nos cruzamos con otro vehículo no se ve nada, hasta llegar a Debri Zebit en donde iniciamos un pronunciado descenso por la cresta de una montaña con un paisaje espectacular, pero también con unos precipicios no menos espectaculares; al fin llegamos a Gashena y cogemos el desvío a la izquierda que nos llevará a Lalibela. En la aldea de Gashena, no muy lejos de Lalibela se respira un ambiente de cotidianidad absoluta, tanto es así que incluso juegan al bingo en plena calle. Gashena es un pueblecito muy pequeño donde aprovecharemos para ver el mercado, el último realmente auténtico que veremos por Etiopía. Se encuentra muy cerquita de la carretera en una gran explanada. Se trata de un mercado muy pero que muy local, los productos que allí se venden son para satisfacer a las aldeas cercanas pero aquí pocos turistas paran a hacer una visita y eso se nota nada más poner el pie en el mercado. En la aldea de Gashena, cercana a Lalibela se puede hacer un alto en el camino para repostar y comer alguna cosa. Las personas suelen hacer vida en la calle, chalar y relacionarse de la misma manera que se hacía en nuestro país hace un siglo. Lalibela es un milagro. Un pueblo perdido en las tierras altas al norte de Etiopía alberga uno de los conjuntos arquitectónicos más cautivadores del mundo: una docena de iglesias talladas en roca viva en bloques únicos bajo el nivel del terreno. Pero lo asombroso no es eso, a pesar de que cuesta imaginarse a los artistas del antiguo imperio de Aksum, allá por el siglo VII, cincelando toneladas de piedra volcánica hasta lograr que brotaran monolíticas catedrales en profundas zanjas.
     
En el interior de las iglesias de Lalibela es fácil encontrar a la gente sentada en el suelo rezando. Todo aquí respira a fe. A una fe dura como la misma piedra. Lo más característico de este lugar son las iglesias rupestres excavadas en la roca de roja arenisca del triásico, de grano fino, y que forman parte del Patrimonio Mundial desde 1978. Se trata de una increíble trama de iglesias y capillas comunicadas entre sí por medio de una compleja serie de pasadizos y galerías. Cada iglesia está excavada a diferente nivel y con canalizaciones, al objeto que en época de lluvias el agua corra y no provoque inundaciones. Disponen de aljibes y de elementos defensivos. Una mujer reza en el interior de la iglesia Bet Medhane Alem de Lalibela. Bet Medhane Alem o “casa del... Bet Medhane Alem o “casa del Redentor del Mundo” es la más alta y extensa de todas las iglesias de Lalibela. Completamente excavada en la roca, con sus 34 metros de largo por 24 metros de ancho, se atribuye por méritos propios el honor de ser la iglesia monolítica más grande del mundo. Construida a manera de un templo griego se encuentra completamente rodeada por pilares de columnas cuadradas. Sobre el bloque de piedra se adivinan perfectamente todos los elementos del templo: El pórtico, las naves, las bóvedas y ventanas, y la fastuosa decoración a base de relieves forman un conjunto único. Lalibela. Una mujer reza en el interior de la iglesia Bet Medhane Alem. Para admirar las iglesias de Lalibela no hay que mirar hacia arriba, sino hacia los pies. La iglesia más grande es Bet Medhane Alem, la más grande de todas, con 33 metros de largo por 25 de ancho y una fastuosa decoración que recuerda a los templos griegos. La de Bet Emmanuel, unos centenares de metros al este de la anterior, es una de las más bellas y mejor talladas de todas, que seguramente sirvió como capilla real. Hace más de 700 años, un rey etíope decidió hacer de su ciudad la “Jerusalén” del mundo cristiano ortodoxo. Pero en vez de levantar grandes templos a la manera clásica, se le ocurrió excavarlos en la roca para que los enemigos que hostigaban su reino no los localizaran fácilmente.
     
Vista general de la ciudad de Lalibela. Lalibela es una ciudad monástica del norte de Etiopía, la segunda ciudad santa del país, después de Aksum; es un importante centro de peregrinación. Su población pertenece casi en su totalidad a la Iglesia ortodoxa etíope. Está situada en el estado federado de Amhara, a 2.500 msnm. Según la Agencia Central de Estadística de Etiopía, su población en 2005 era de 14.668, 7.049 hombres y 7.619 mujeres. Lalibela, antiguamente llamada Roha, fue la capital de la dinastía Zagüe. Recibió su nombre actual del rey Gebra Maskal Lalibela (1172-1212), canonizado por la Iglesia etíope, que quiso construir en la ciudad una nueva Jerusalén en respuesta a la conquista de Tierra Santa por los musulmanes. Muchos de sus edificios históricos tomaron su nombre de edificios en aquella ciudad. Lalibela. Iglesia de San Jorge. La Iglesia de San Jorge es la mejor conservada del conjunto de templos ortodoxos labrados en piedra de Lalibela, en Etiopía. Este yacimiento rupestre, que hunde sus orígenes en la época medieval, fue construido como una representación de Tierra Santa por la Dinastía Zagüe. En la actualidad, los templos de Lalibela continuan con su actividad religiosa y reciben visitas de peregrinos que se confunden con turistas curiosos por descubrir el entramado de pasadizos entre piedras que unen unos con otros. Un niño reza en una de las iglesias de Lalibela. En el siglo XII, el príncipe Lalibela hizo construir al norte del actual territorio etíope una docena de iglesias excavadas en piedra. Todas ellas, comunicadas por pasadizos subterráneos que horadan las rocas volcánicas de la reseca y aisladísima población que hoy lleva el nombre del monarca, se erigen como un milagro inesperado y fabuloso del cristianismo en esta ignota esquina del continente africano
     
Un hombre fotografía desde un montículo de la ladera de una colina coronada por un viejo árbol del cuelga una gran campana la ciudad de Lalibela. Lalibela y sus iglesias excavadas en la piedra son el corazón de Etiopía, uno de los grandes centros de pelegrinación y el mayor atractivo turístico de la ruta histórica por el país. La ciudad de Lalibela posee el mas extenso complejo de iglesias talladas en la roca de Etiopía, construidas durante el reinado de Gebra Maskal Lalibela y declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978. El rey Lalibela, en el siglo XII, quiso construir una nueva ciudad a la imagen de Jerusalén, en respuesta a la conquista de Tierra Santa por los musulmanes. Iglesia de San Jorge en Lalibela. La iglesia de San Jorge es la principal de las once iglesias excavadas en la roca de Lalibela, ciudad santa para los cristianos etíopes situada en el norte de Etiopía. Estas iglesias son Patrimonio de la Humanidad según la Unesco y representan la ciudad de Jerusalem (tienen su portal de Belén, su puerta al Paraíso...). Suponen el centro de peregrinaje mayor de Etiopía y la leyenda cuenta que en su construcción ayudaron los ángeles, que trabajaban de noche. Si en la visita a este conjunto de iglesias rupestres, dejas para el final la de San Jorge, no te arrepentirás porque el efecto final no puede ser más impactante. La escena es bíblica. Los rostros, el ropaje, los rezos, los cánticos, el fervor, el entorno grandioso de montañas peladas: uno se siente proyectado en medio del Antiguo Testamento. Los fieles, por millares, están esparcidos por todas partes, algunos sentados, otros de rodillas, otros tumbados. Un mendigo pide dinero a las puertas de una de las iglesias de Lalibela. Las iglesias de Lalibela, fueron talladas en la roca viva sobre el año 1200 representando la Tierra Santa como respuesta a la captura de Jerusalén por los musulmanes. Cuatro de las iglesias son exentas; las demás están unidas a la roca madre, bien por alguna pared o bien por el techo. Éstas últimas también son asombrosas, en todas ellas, el espectáculo arquitectónico es maravilloso, un trabajo de hormigas, en concreto de 40.000 obreros que se encargaron de vaciar los miles de metros cúbicos para dejar al descubierto las iglesias. Aunque también hay quien cree que tal obra, por su magnitud y belleza, solo pudo haber sido creada por los ángeles.  Las iglesias de Lalibela se distribuyen en dos grupos principales, separados por el canal de Yordanos, que representa el río Jordán, pero comunicadas entre sí por túneles, pasadizos y trincheras. El lugar fue concebido para que su topografía correspondiera a una representación simbólica de Tierra Santa. Basta cruzar el umbral de cualquiera de los templos, recorrer los pasadizos excavados en la roca que unen unos y otros, admirar la belleza de sus Biblias, escuchar los rítmicos cantos litúrgicos para retroceder en el tiempo sea el día que sea del año.
     
Una niña vende artesanía en la entrada del monasterio de Nakuto Lab. En Lalibela, visite el segundo grupo y tambien una pequeña iglesia cavada en la montaña, el monasterio Nakuto Lab, que esta a unos 6 km del pueblo y que creo es el lugar mas hermoso y pacifico en el que he estado. Si tienen dinero por favor vayan;  los guias cobran unos 40 dolares para llevarlos en auto y la entrada a la iglesia es de 100 birr. Pueden ir caminando si quieren, pero la ruta es cuesta arriba y recuerden que despues todavia tienen que regresar al pueblo… Una de las razones por las que fui, es que una turista alemana que tambien viajaba sola me invito a ir con ella, sino quizas nunca la hubiera descubierto. Tambien hay otra iglesia mas lejos de Lalibela a la que no mucha gente va pero que probablemente merezca una visita, Yemrehanna Krestos.  Un tejedor elaborar típicas alfombras etíopes en la ciudad de Lalibela. Es difícil encontrar un etíope que no haya peregrinado a Lalibela o, al menos, que no refleje en su rostro sentimientos mezclados de alegría, orgullo y devoción cuando alguien le menciona el nombre del lugar más sagrado de Etiopía. También es difícil encontrar otro sitio donde la profundidad de la fe sea tan evidente como en esta antigua capital del país, donde se hallan algunas de las más extraordinarias iglesias que ha conocido el mundo. Me refiero a los numerosos templos excavados en roca viva, que, en su conjunto, forman parte hoy del gran Patrimonio de la Humanidad. Varias mujeres acuden a rezar al monasterio de Nakuto Lab. Sobrino del rey Lalibela, Na'akueto La'ab (escribe igualmente Nakuto Lab) reinó en Etiopía al principio del XIIIe siglo y fue lo uno de los últimos soberanos de la dynastie Zagoué. La leyenda cuenta que rezaba alargado sobre espadas. Como el rey Lalibela, hizo construir una iglesia troglodyte, la iglesia de Nakuto Lab, ubicada a 4  km de la ciudad de Lalibela en un sitio espectacular, anidada en un acantilado. La hacienda de la iglesia resguarda todavía hoy de los manuscritos remarquablement enluminés, de los iconos y de guapas cruces en dinero de la época.
     
Algunas mujeres rezan en el monasterio de Nakuto Lab, en las afueras de Lalibela. Las misteriosas iglesias subterráneas, unos monumentos monolíticos extraídos de la piedra en Lalibela, han sido utilizadas ininterrumpidamente por los sacerdotes ortodoxos desde los siglos XII y XII, cuando esta lejana ciudad de montaña era todavía la capital de la importante dinastía Zagwe. El propósito de cada iglesia ha eludido la labor de los historiadores modernos: cada edificio es único en su tamaño, forma y ejecución, están esculpidos con precisión sobre la piedra (algunos dicen que por miles de trabajadores) y algunos de ellos fastuosamente decorados. El sacerdote de la iglesia de Nakuto Lab, a las afueras de Lalibela muestra su cruz. Se desconoce el motivo por el cual fueron excavadas o construidas en el suelo, construcción que elevada la dificultad de la edificación y aumentaba los costes. Se barajan varias teorías, una de las más aceptadas es que fueron levantadas durante el auge de las peregrinaciones cristianas, siendo Jerusalén el eje o centro principal de las mismas; durante el camino, el peregrino se enfrentaba a diversos peligros y las iglesias estaban expuestas a actos de vandalismo y saqueos, tal vez este fuera el motivo por el cual, el rey Lalibela decidiera soterrar las iglesias, protegiéndolas de posibles saqueos. Una mujer besa la cuz de un sacerdote en la iglesia de Nakuto Lab, a las afueras de Lalibela. A 2.400 metros de altitud, en la altiplanicie etíope, al norte de Addis Abeba, se encuentra esta pequeña localidad monástica (la segunda ciudad de Etiopía considerada Santa), conocida en la antigüedad como Roha y que, cambió su nombre tras ser conquistada en el siglo XIII por el monarca Gebra Maskal Lalibela, quien la “bautizó” como Lalibela. Fue, por mandato de este rey, cuando se comenzó la construcción de estas singulares iglesias, singulares debido a que están excavadas en la tierra, hecho que las convierte en únicas y que les mereció en 1979, el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
     
Una mujer portea a su hijo en el mercado de Lalibela. Lalibela no tiene muchos otras atracciones además de las iglesias. Aunque se debería dar una visita al mercado local, bueno para las compras y recuerdos del lugar, antes de irse. También se puede visitar el parque de burros, que tiene lindas vistas de la ciudad. Si se quiere explorar la zona más profundamente, se puede hacer trekking alrededor de Lalibela, en la hermosa región montañosa rodeada de interesante fauna etíope. Unas niñas bailan en las inmediaciones del monasterio de Nakuto Lab, a las afueras de Lalibela para ganarse algo de propina con los turistas. En Lalibela hay once iglesias excavadas en la piedra, a 2.700 m. de altitud y a unos 700 km. de la capital etíope, Addis Abeba. Han sido datadas entre los siglos XII - XIII y denominadas como "la Jerusalén negra". Su construcción se atribuye al rey Lalibela (siglo XIII) que fue, más tarde, canonizado por la iglesia etíope y que ha sido considerado por los europeos como el famoso Preste Juan. El impacto que provocan las iglesias la primera vez que se ven es tan grande que el primer europeo que las vio, el sacerdote portugués Francisco Álvarez, lo eliminó de su crónica porqué pensaba que nadie le creería. Un hombre vende higos chumbos en el mercado de Lalibela. Al  norte de Etiopía nos encontramos con la antigua Roha y la actual Lalibela. Esta ciudad santa llama la atención por sus iglesias talladas en piedra que fueron construidas en el siglo XI bajo en dominio de la dinastía Zegüe. Fue el rey Gebra Maskal Lalibela quien llego hasta este paraje yermo pero repleto de roca basáltica rojiza en la que excavar. Las iglesias de Libela están divididas en dos grupos totalmente diferenciadas gracias al río Jordán que las separa, pero estas iglesias están comunicadas entre sí por pasadizos y túneles que los peregrinos utilizan durante su visita.
     
En el mercado de Lalibela se puede conseguir cualquier cosa, animales, ropa, comida, etc. En un lugar aparte, un mercado al aire libre, caótico, grande y lleno de bullicio, concentra la actividad de la gente. Ganado, telas, cazuelas, adornos, sastres, hortalizas, frutas, recipientes de plástico... se mezclan entre el ir y venir de los que compran, charlan o miran. La ciudad gira en buena parte alrededor de la actividad religiosa y vive también de los forasteros atraídos por ella. Numerosas tiendecillas de recuerdos y de productos artesanos tientan a los visitantes con una oferta parecida en todas ellas: cruces, imitaciones de libros antiguos, copias de iconos, collares y pulseras, pequeñas tallas en madera... Lalibela. Ceremonia del café. Uno de los mayores placeres de Etiopia es su cafe. La ceremonia es todo un rito como la del te en Japon. La ceremonia es complicada y lo que puedo contar es que se empieza tostando los granos del cafe,luego se muelen en un mortero de madera y despues se pone en el agua caliente y ya esta hecho el cafe. En la mesa se pone el incienso, azucar, las tazas y el cafe y no os podeis ni imaginar lo rico que está, nada que ver con el que tomamos en las cafeterias de Europa por mucho expresso que sea. Una mujer se asea en el patio de su casa en el extrarradio de Lalibela. Después de la caída del reino Axum en el siglo XII, los reyes de la dinastía Zagwe se trasladaron a Lalibela, sobre el sudeste de Axum. Construyeron aquí una próspera y poblada capital de las dinastías medievales. Lalibela, era conocida antiguamente como Roha hasta finales del siglo XII, luego cambió del nombre en honor al rey Lalibela. La ciudad fue fundada como la Nueva Jerusalén- eran tiempos dificiles para cristianos y las peregrinaciones a la verdadera Jerusalén, muy peligrosas- por eso la idea de construir una ciudad de culto y peregrinaje en un territorio africano.
     
Retrato de un adolescente en las inmediaciones del aeropuerto de Bahir Dar. Desde el puerto de Bahir Dar se puede acceder por barco a varias de las iglesias históricas y monasterios ubicados a orillas del lago, en sus diferentes islas. La mayoría datan de ellas datan del siglo XVII y se caracteriza por la riqueza policromática de sus paredes, algunas de estas iglesias poseen museos con manuscritos ilustrados, coronas y vestimentas reales y eclesiástica. Aún hoy en día, algunas de estas islas monasterios están prohibidas a las mujeres, pero otras pueden ser visitados por ambos sexos. Además, desde la ciudad parten diversos servicios turísticos hacia las Cataratas del Nilo Azul (río Abay), ubicadas a unos 30 km al sur de la ciudad, y que constituyen uno de los destinos turísticos más conocidos del país. Interior del coche en el trayecto entre Bahir Dar y las Cataratas del Nilo Azul. Los primeros registros históricos que se tienen de esta zona datan de fines del Siglo XVI y comienzos del Siglo XVII, con el asentamiento de misioneros jesuitas en los márgenes del Lago Tana. Aún hoy en día se conserva un edificio de este período cerca de la plaza central, y que es asociado a Pedro Páez, misionero jesuita español enviado a Etiopía en 1589. Durante la invasión italiana de 1935-1936, una columna militar italiana movilizada desde Gondar ocupó la ciudad el 23 de abril de 1937. Durante la Segunda Guerra Mundial, entre los días 21 y 22 de octubre de 1940 la ciudad fue bombardeada por la Real Fuerza Aérea británica, y aunque la acción hizo pocos daños sirvió como impulso para la resistencia etíope. Retrato de un etíope en el trayecto entre Bahir Dar y las Cataratas del Nilo Azul. Bahir Dar ofrece un pequeño mercado diario y una vez por semana uno de mayor envergadura. Cuanta además con algunos hoteles construidos en torno al lago, y diversos clubes de música. A su vez, es el hogar de la Universidad de Bahir Dar, fundada el año 2000 sobre la base del antiguo Instituto Politécnico de Bahir Dar, fundado en 1963. En la actualidad la Universidad de Bahir Dar posee 4 facultades: Educación, Ingeniería, Economía y Negocios y Derecho.
     
Un campesino vende los mangos que acaba de recolectar en la carretera que lleva de Wukro a Mekele. Para la mayoría de la población de Wukro y de las áreas circundantes, la agricultura de secano de subsistencia constituye su principal sustento. No obstante, Wukro y sus alrededores sufren con frecuencia periodos de sequía que tienen graves consecuencias para las condiciones de vida de la población rural. La emigración de las áreas rurales a las urbanas durante estos periodos es elevada. Desde hace poco, Wukro se está expandiendo rápidamente hacia la parte suroccidental de la ciudad lo que queda patente en las diversas construcciones residenciales que se están llevando a cabo dentro y fuera de la ciudad.  La ciudad de Gondar está situada a 400 km al norte Addis Abeba, y fue la capital de Etiopía entre 1632 y 1855. Gran centro de cultura y erudición, la ciudad ha conservado varios vestigios de su pasado imperial. Descubre los baños de Fasilidas en los que se bautizan los creyentes, la iglesia Selassié y sus preciosos frescos y las ruinas de castillos y palacios de impresionante belleza, fruto del mestizaje arquitectónico europeo y nativo Un antiguo Fiat recorriendo las calles del centro de Addis Abeba (Addis Abbaba). La ciudad más poblada de Etiopía con una población de 3.384.569 habitantes, según el censo de 2008.2 Es, también, capital de la Unión Africana y de su predecesora, la Organización para la Unidad Africana.3 Designada ciudad y estado al mismo tiempo, según la organización territorial etíope, en Adís Abeba conviven más de 80 nacionalidades y lenguas, además de cristianos, musulmanes y judíos. En ella reside la Universidad de Adís Abeba. Adís Abeba se encuentra a una altitud de 2.300 metros y es una pradera de pastizales. Está situada a los pies del Monte Entoto.
     
El Museo Nacional es el hogar de Lucy (Dinqnesh), probablemente el esqueleto más famoso de un homínido del mundo. Hallado en 1974 en Hadar, en las riberas del Awash , se le denominó Australopithecus Afariensis, tiene con más de tres millones de años, el homínido más antiguo encontrado hasta la fecha. El museo también posee una interesante colección de arqueología y de artefactos de la historia de Etiopía, así como objetos de arte y cultura. El Museo Nacional El Museo Nacional es el hogar de Lucy (Dinqnesh), probablemente el esqueleto más famoso de un homínido del mundo. Hallado en 1974 en Hadar en las riberas del Awash , se le denominó Australopithecus Afariensis, tiene con más de tres millones de años, el homínido más antiguo encontrado hasta la fecha. El museo también posee una interesante colección de arqueología y de artefactos de la historia de Etiopía, así como objetos de arte y cultura. El Museo Nacional de Etiopia. Representación en cera de los últimos dirigentes del país. El Museo Nacional es el hogar de Lucy (Dinqnesh), probablemente el esqueleto más famoso de un homínido del mundo. Hallado en 1974 en Hadar en las riberas del Awash , se le denominó Australopithecus Afariensis, tiene con más de tres millones de años, el homínido más antiguo encontrado hasta la fecha. El museo también posee una interesante colección de arqueología y de artefactos de la historia de Etiopía, así como objetos de arte y cultura.  
  Etiopia fotografías de la ruta Norte