Retrato de un etíope de la zona a los pies de las Cataratas del Nilo Azul (río Abay).  Hace unos años, el gobierno etíope inauguró una central hidroeléctrica que aprovecha el desnivel de las cataratas del Nilo. El agua se desvía poco antes del salto hacia una turbina y produce 750 megawatios de electricidad, no demasiado, pero suficiente para llevar llevar luz y energía al norte del país. Incluso sobra para exportar.  Antes de su construcción, las cascadas abarcaban un total de 400 metros de frente. Pero ahora un 85 % del caudal se desvía por el canal para producir electricidad. Solo entre un 10 y un 15% sigue cayendo por la catarata. Y eso, en temporada seca, se nota. Los nativos llamaron a la catarata Tis Isat, el agua humeante, porque toda la zona quedaba envuelta en una nube de agua vaporizada visible a kilómetros de distancia. A sus pies crecía una selva tropical con loros, monos y cientos de especies.