Un hombre vende higos chumbos en el mercado de Lalibela. Al  norte de Etiopía nos encontramos con la antigua Roha y la actual Lalibela. Esta ciudad santa llama la atención por sus iglesias talladas en piedra que fueron construidas en el siglo XI bajo en dominio de la dinastía Zegüe. Fue el rey Gebra Maskal Lalibela quien llego hasta este paraje yermo pero repleto de roca basáltica rojiza en la que excavar. Las iglesias de Libela están divididas en dos grupos totalmente diferenciadas gracias al río Jordán que las separa, pero estas iglesias están comunicadas entre sí por pasadizos y túneles que los peregrinos utilizan durante su visita. La Iglesia de Biet Giyorgis es la mejor conservada y es la única que se encuentra separada de las demás.