En la plaza central de la ciudad de Gondar destaca la proximidad de un nuevo cibercafé “Facebook” junto a la antigua iglesia. Fundada en 1636 en el noroeste de Etiopía, fue la sede de la corte del emperador Fasil o Fásilidas. Durante casi 200 años fue ciudad real, encrucijada comercial y sede de la cultura. Impulsó uno de los períodos más fecundos del arte etíope. Espléndida capital cuyo reinado duró más de dos siglos a partir de 1636; al principio fue un campamento instalado para recibir al emperador, a los nobles y a los oficiales con sus sirvientes. La sencilla aldea llegó a ser el centro de una compleja vida urbana, que atrajo personas de talentos muy diversos. El período constituyó un hito importante en la historia de Etiopía, con una relativa estabilidad política que acarreó cierto florecimiento de la vida económica y social de toda la población. Fueron utilizadas nuevamente las antiguas rutas comerciales que unían al país con el resto del mundo por el Mar Rojo. Se especializó y diversificó la artesanía para satisfacer la demanda de joyas y adornos que desempeñaban un papel relevante tanto en las ocasiones ceremoniales como en la vida cotidiana. Sus calles debieron estar llenas de músicos que alababan a Dios y a los emperadores, a los héroes, e, incluso, a la belleza de la propia ciudad. Hubo un desarrollo de la enseñanza tradicional de la teología, del derecho y de la gramática.