Uno de los bares situados en la aldea de Gashena, cercana a Lalibela un buen lugar para hacer un alto en el camino, repostar y comer alguna cosa. Seguimos la ruta por una carretera con tal cantidad de polvo, que cuando nos cruzamos con otro vehículo no se ve nada, hasta llegar a Debri Zebit en donde iniciamos un pronunciado descenso por la cresta de una montaña con un paisaje espectacular, pero también con unos precipicios no menos espectaculares; al fin llegamos a Gashena y cogemos el desvío a la izquierda que nos llevará a Lalibela. Este último tramo de carretera en continuo descenso también es bonito, con campos cultivados en terracitas y un cielo azul, que lo que hace más luminoso. Hemos parado en un campo a coger habas y pronto se acercaron unos niños a los que regalamos una botella de agua vacía y eran los chavales más felices del mundo con su botella debajo del brazo.