Unos alemanes degustan café en la Hacienda cafetera San Alberto después de haber hecho una cata. (Buenavista, Quindío). Una familia productora de café en Colombia tiene una producción promedio del equivalente a 1,400 kilos de café verde al año, es decir unas 2,360 libras de 500 g. Para producir este volumen de café es necesario seleccionar en los procesos de recolección, el equivalente a cerca de 5.2 millones de cerezas de café, las cuales además deben lavarse y secarse para obtener un producto de calidad, desechando los granos defectuosos en este proceso. Al final de estos trabajos iniciales se obtiene el denominado café pergamino. Es en este punto en que gran parte de los productores llevan su producto a la red de comercialización interna en Colombia. El grano  seco pergamino se trilla para retirar la capa amarilla que lo recubre y obtener el café verde en almendra. Una vez retirado el pergamino en las trilladoras, el grano se selecciona y clasifica cuidadosamente, teniendo en cuenta su tamaño, peso, color y apariencia física (defectos). Este café almendra es el insumo para la elaboración del café tostado, del  café soluble y de los extractos de café de los procesos de industrialización del café, y se caracteriza por su color  verde,  un olor característico de café fresco y una humedad media del 10 al 12%. Para que este café verde sea exportado ha debido pasar por diferentes puntos de análisis de calidad sensorial, granulometría y humedad de acuerdo con las regulaciones vigentes en Colombia (ver regulación nacional). Un café colombiano sólo puede exportarse si cumple con los parámetros mínimos de calidad vigentes, los cuales son revisados en todos los puertos desde donde se exporta café en Colombia. Esta labor la realiza Almacafé.