Los residentes de los abrigos de Dom Rodrigo reciben regularmente las bendiciones de evangelistas que ruegan por sus almas, intentando levantarles el ánimo.  La lepra, la terrible enfermedad que deforma los cuerpos de quienes la padecen y provoca su aislamiento y marginación, aún no se ha erradicado ni desaparecerá en el año 2005, a pesar de los buenos propósitos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este es el sombrío mensaje que lanzaron los expertos reunidos en el Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Lepra en Salvador de Bahía (Brasil) el pasado cinco de septiembre.