CAN TUNIS BARCELONA DRUGS Unos se pinchan a otros a cambio de un cinquillo. La quinta parte de la dosis. 	Eso sí, el ayuntamiento realiza encuestas entre ellos, que después deben publicarse en sesudos estudios, figurar en completas memorias y documentadas ponencias en congresos internacionales. No harían falta ni presupuestos extraordinarios, ni investigaciones científicas, ni fondos de la Unión Europea, aquí como en la India o en el África subsahariana, una simple toma de agua, una cotidiana manguera, podría salvar vidas humanas. Esta es tierra de misiones. Para conseguir que puedan ducharse una vez a la semana, ha sido preciso el concurso de tres ONGS distintas, una que pone el personal, “Médicos sin Frontera”, otra ABD, que se encarga del transporte y una tercera, Arels.   que presta el local.   	“¿Cuántas chutas?, ¿ya las has dejado?, ¿americanas o españolas?, ¿plata?”. Este es el dialogo que mantiene Eugenia. Algunos llegan con la ansiedad reflejada en el rostro, con la misma cara que pone un pasajero, que en el mostrador de facturación del aeropuerto, tiene prisa por cumplir con los trámites, para no perder el vuelo que está a punto de despegar, mirando a todos lados. Otros en cambio van como a cámara lenta, parsimoniosos y sobrados piden una sola aguja, dejando ver su presunta condición de consumidores ocasionales. A efectos estadísticos les piden el nombre, el año de nacimiento, y el país de origen. Los hay que dan su filiación completa, como si fueran quintos alistándose, y otros susurran el nombre y parten corriendo como quien atienda a una urgencia.