CAN TUNIS BARCELONA DRUGS Una mujer se pincha en el cuello aprovechando el espejo de la fuergoneta de MSF. Un paisaje de una sordidez indescriptible, un “cul de sac”, una trampa fatal. Este es el hogar de una treintena de personas, que viven en condiciones infrahumanas, aunque cada día acuden unas ochocientas.  Solo en dos horas se atienden a unas cien, como media, y cada mes se producen, dentro de este horario un par de sobredósis. Hasta allá no llegan los políticos, ni el señor Pujol en sus incansables correrías sabatinas por el país a bordo del helicóptero, ni el señor Pascual Maragall, que eso sí se fotografía paseando en moto –aunque sin casco – por las “fabelas” brasileñas. Aquí, no hay votos a ganar, es que ni uno solo.