Dos hombres charlando en la Plaza central de Filandia. Quindío. Una de las peculiaridades de los arrieros eran sus exageraciones para hacer comentarios o críticas a sus coterráneos. Veamos algunas de las más frecuente: Más aburrido que un mico en un bonsai.  Más aburrido que un caballo en un balcón. Más feo que un carro por debajo. Más feo que una corbata remendada. Más feo que tirale a la madre. Más cansón que una aplanadora de pedales. Más cansona que una victoria bajo el brazo. No es capaz de vender un tamal en un derrumbe. No convence un perro con una libra de carne. Es tan garetas que le cabe un tren con chamizas. Es tan garetas que le cabe un borracho voliando un poncho. En ese pueblo hace tanto frío que los sapos usan ruana. Se emborracha voliando un poncho. No aguanta una misa con pólvora. Se duerme enjabonando un tigre. Se para en una tapa de cerveza y queda borracho. Estorba más que un marrano en la cocina. Es tan mentiroso que dice una verdad y se pone colorao. Más perdido que perro en en una procesión. Es tan visco que llora y se moja la espalda. Tienes unas orejas tan grandes que si las mueve sale volando. En la casa no le habla ni el radio. Tan caído que le cortaron la cola al perro para que no se la volee. Más caído que teta de gitana. Es tan malo que no le hace un gol al arco iris. Debo aclarar que como Paisa, se incluye, no sólo al departamento de Antioquia, sino también los habitantes de Caldas, Risaralda, Quindío, parte del Tolima y Norte y Occidente del Valle, pues todos ellos conservan el espíritu y lenguaje que les legaron los antioqueños en el siglo pasado. La exageración es una manera natural de expresión de los Antioqueños, que acabó por ser una de las mayores delicias folclóricas de Colombia. El paisa está creando exageraciones todos los días con una riqueza de imaginación y de gracia imponderables. Todas ellas son frases brevísimas, cargadas de malicia y fantasía que en su mayoría se refieren a los defectos o aspectos negativos del ser humano. Veamos pues a que exageran los paisas. Al hombre en su aspecto físico. Por ser alto. Es tan alto que lo alimentan con boladores. Es tan alto que tiene nubes en los ojos. Es tan alto que le tiran la comida con cauchera y le llega vinagre. Es tan alto que alcanza guamas cagando. Por lo arrugado: Más arrugado que plata de tahúr. Más arrugado que un acordeón. Más arrugado que un termo. Más arrugado que frente de miope. Más arrugado que una libra de pasas. Más arrugado que taleguito de niño recién bañado. Tan arrugado que no se pone el sombrero, sino que se lo atornilla. Del débil: Tiene músculos de relojero. No quiebra un huevo a los martillazos. No aguanta una misa con boladores. Se cansa peyendo. No se tira los pedos sino que se le caen. Del feo: Es tan feo que lo llaman para calmar hipos. Es tan feo que lo alquilan para espanto. Es tan feo que lo hizo Dios y sentó a reirse. Es tan fea que le da miedo dormir sola. Es tan fea que no inspira ni veniales. Es más feo que tirarle a la madre. Es tan feo que lo regala y se lo devuelven. Es tan fea que no se la come ni un tigre ciego. Es más feo que una vuelta canela a culo pelao. Del flaco: Más flaco que gato de ferretería. Más flaco que perro de indio. Más flaco que las seis en punto. Es tan flaca que se acuesta en aguja y se cobija con el hilo. Es tan flaco que, para sacarle los restos no es sino desvestirlo. Es tan flaco que se le saca la radiografía con una vela. Es tan flaco que se puede motilar con un sacapuntas. Es tan flaco que se lo traga un pollo sin sacudirlo. Tiene más grasa un reloj. Tiene más carne un chorizo en el nudo. Del gordo: Es tan gordo que parece un buñuelo con correa. Es tan gorda que el Angel de la guarda tiene que dormir en cama aparte. Tan gorda que hay que preguntarle por cual lado se sienta. Del que huele mal: Tiene un tufo que quema un cañaveral con el vaho. Lo contratan para disolver manifestaciones. Más cagado que vara de gallinero. No le arrima un gallinazo fumando tabaco. Huele a carcajada de gorila. Huele a calzoncillo de preso. Huele a huayuco de indio. Huele a matrimonio recién descobijado. Huele a sotana de misionero. Huele a gitana mal sentada. Del lampiño: Saludes le mandó una botella. No tiene un pelo ni para una arepa. Se puede afeitar con borrador. La barba parece una llovizna venteada. La barba parece un partido de futbol. No se oye un grito de pelo a pelo. Del mal parado o con defectos en los pies: Es más mal parado que un catre de lona. La pararon fresca. Entre las patas le cabe un vagón del ferrocarril atravesado. Le cabe un loco voleando un costal. Camina como lora en baldosa. Camina como un pato en tunero. Camina como gallinazo en tejado caliente. Del hombre de baja estatura: Más chiquito que enano patimocho. Es tan chiquito que se sienta en una moneda y los pies le quedan colgando. Tan chiquito que se sienta en una caja de fósforos y llama para que lo bajen. Es tan chiquito que se tira un pedo y levanta el polvero. Más chiquito que trago donde las putas. Es tan chiquito que los callos le salen en la cien. Es tan chiquita que la cabeza le huele a pecueca. De una persona vieja: Más viejo que un solar en Cartago. Es más viejo que el sancocho. Es más viejo que el uso de andar parado. Es más viejo que una canción de Pedro Vargas. Es tan viejo que es mayor que el papá. Ya no le falta sino mudar de lengua. Nació cuando el arco iris estaba todavía en blanco y negro. Nació cuando las culebras andaban paradas. Nació cuando el corazón de Jesús estaba de pantalón corto. Nació cuando el mar muerto apenas estaba enfermo. Nació cuando el río Medellín apenas venía por la estrella. Es tan viejo que le tocó pagar servicio militar de lanza. Para los rasgos físicos del cuerpo: Es tan calva que se le ven los sesos. Es más indio que una flor de pomo. Es más mona que una cayubra. Es tan cegatón que se tiene que poner gafas para escuchar una serenata. Es tan sordo que le mientan la madre y dice: gracias. No ve ni por la familia. Parece más cegatón que chino con orzuelos. Es tan ñato que puede tomar agua en un disco. Es tan ñato que puede morder un espejo. Tiene la boca tan grande que se pone aretes de cobre y se envenena. Tiene más dientes un pajarito en la boca del estòmago. Es tan mueco que hay que darle la carne molida. Es tan patón que se duerme parado y no se trasnocha. Más perfumado que el santo sepulcro. Más quemada que culo de olla. Tiene tanta fuerza en los pulmones, que sopla un novillo por el culo y le endereza los cachos. Es tan diabético que orina y las hormigas se le suben por el chorro. La cabeza parece una peluquería mal barrida. Quedo como sobrado de tigre. Tiene cumbamba de tiburón. Está tan tembloroso que derrama un banano. Tiene pulso para salar carne. Tiene más dientes que una pelea de perros. Del hombre vivo, recursivo, avispado: Le saca capul a una calavera. Se rebusca más que un gallo en un basurero. Siente respirar a las hormigas. Oye crecer la hierba. Se bebe un músico.