Aguas del río “Arriba” en el Valle de Cocora. Para llegar a Cocora se toma una carretera que tiene pavimentado el tramo inicial, unos 8 km desde Salento, luego son cerca de 4 km de vía destapada, pero transitable. La estación obligada es el sitio llamado La Truchera, compuesto por varios restaurantes y su menú estrella: la trucha. Cualquiera de ellos es muy buena opción para almorzar. Algunos tienen cafés, artesanías, juegos para niños y zona de camping. Aquí ya se ve la famosa palma de cera, árbol nacional de Colombia cuya altura supera los 60 m. Es en La Truchera donde se escoge entre agradables caminatas por diferentes senderos que ascienden a la montaña, o exigentes travesías como la que se hace a Morrogacho. Estas rutas también se disfrutan por medio de cabalgatas con dirección a las reservas bosque de niebla, Herencia Verde o Estrella de Agua, entre más puntos de interés ecoturístico. Las cabalgatas duran desde una hasta ocho horas. Hay que estar atento detallando el entorno, entre otras cosas, por ser un corredor crucial para el avistamiento de aves. Los paisajes y escenarios vistos en el viaje constituyen el mismo marco para el camino de regreso. Al retornar hay que resolver los asuntos que quedaron pendientes en el trayecto de ida: el consumo de una exclusiva trucha en salsa de champiñones, un patacón gigante, un merengón o un aborrajado de plátano con queso y bocadillo. También la compra de artesanías en la calle Real de Salento o una vuelta al pueblo a bordo de un atiborrado yipao o sobre el lomo de un caballo. Con los mejores recuerdos, desde esta localidad esperan 25 km de regreso a Armenia.