Espectacular cordillera montañosa en el Parque Nacional Natural de Los Nevados. Arena, nieve y leyendas que hablan de ceremonias de los antepasados indígenas y de visiones fantásticas de naves extraterrestres están guardadas en el Parque Nacional Natural Los Nevados.Un paisaje desértico es interrumpido por el blanco brillante de la nieve. De las ráfagas de viento que parecen aullar se pasa un silencio absoluto que permite oír los latidos del corazón. Esta reserva ecológica de 58.300 hectáreas es una verdadera despensa de agua para 36 municipios de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Tolima. Allí se puede divisar majestuoso e imponente el volcán Nevado del Ruiz o Cumanday (Nariz humeante), de 5.321 metros, con sus ternas nieves. Si el día es propicio, se pueden divisar los volcanes Santa Isabel o Poleka Kasue (Doncella de la Montaña), de 5.100 metros y el Tolima o Dulima (País de nieves). Entre los sitios atractivos que se atraviesan durante el ascenso están Aguacerales, la Pirámide, el Valle de las Tumbas, El Cañón de las Águilas y el Chalet Arenales, entre otros. El Valle de las Tumbas o Desierto de la Soledad, a 4.330 metros, tiene un aspecto similar al de la superficie lunar. La historia cuenta que se trata de un sitio de peregrinación de los indígenas Quimbayas y Puyas que habitaban la zona. Según se dice, es un área cargada de energía, donde algunos hablan de haber visto ovnis. Centenares de piedras forman un inmenso círculo que recoge las necesidades y peticiones de los visitantes. Las personas acostumbran a tomarse de las manos y formar un círculo para, según ellas, 'cargarse de energía positiva'.