Nómadas Drogpas junto al lago Nam Tso a 4700m. El alucinante paisaje lacustre del Namtso es una de esas obras divinas. Se me antojó un cuadro, o un tapiz elaborado por el Creador, o también un espejo de dioses terrenos y celestes, que refleja todos los azules y verdes del cielo, el llano y los montes tibetanos. Y un elemento esencial de esa pintura celestial son los nómadas tibetanos. Amos y señores de ese paraíso terrenal, son los auténticos dueños de las majestuosas cumbres nevadas, de la llanura infinita; de las manadas de yaks y del gran Namtso, todo ello su fuente de vida material y espiritual.