El Masái Mara es famoso por su población de leones y por ser el hogar de especies amenazadas tales como el rinoceronte negro, el hipopótamo que se encuentra en los ríos Mara y Talek, y el guepardo, habiéndose reducido notablemente el número de ejemplares de este último. Otro carnívoro que puede ser encontrado en gran número es la hiena manchada. Sin embargo, el verdadero poblador de este parque es el ñu, como ocurre en el Serengueti, ya que su número es estimado en millones. Todos los años, en el mes de julio, estos animales, igual que las cebras, migran desde las planicies del Serengueti en busca de pastos más frescos y regresan en octubre. Especies de ungulados viven en este parque como la gacela de Thomson y la gacela de Grant o el impala, y se encuentran igualmente manadas de jirafas. El Masái Mara es también el hogar de más de 450 especies de aves. Está administrado por el gobierno de Kenia, y tiene unidades contra la caza furtiva, situadas fuera de las zonas frecuentadas por los turistas. Los principales habitantes de esta comarca son los miembros de la comunidad maasai, un pueblo ancestral que ha mantenido sus costumbres y tradiciones en plena sabana africana. Los poblados que habitan los masais se parecen al kraal sudafrícano, están formados por cabañas dispuestas en círculos y construidas sobre la base de una estructura compuesta por ramas y troncos de árboles, dando consistencia al armazón embadurnándolo con estiércol hasta cubrirlo por completo, dejándolo secar hasta endurecer. La forma de las cabañas es similar a los iglúes de los esquimales, teniendo también una puerta de acceso muy pequeña, no abriéndose ventanas en ningún caso. Todas las cabañas juntas forman un círculo llamado "boma" que les sirve de corral para guardar durante la noche los rebaños de ganado. El jefe de familia siempre posee una cabaña en propiedad, levantando a izquierda y derecha de la suya las cabañas de las mujeres. Todo el pueblo a su vez está protegido por una empalizada o muralla, construida también con ramas y árboles, con el objeto de impedir la entrada a las fieras y alimañas salvajes durante la noche.