MASAI MARA Memorias de África.

Inaugurado en 1961, está situado al oeste del Rift Valley, en Kenia, y es la continuación natural de las llanuras del Serengeti, en Tanzania. Las serpenteantes y oscuras aguas del río Mara atraviesan esta reserva de norte a sur para proseguir su camino hacia el oeste hasta el lago Victoria, ya en tierras tanzanas. La reserva también es el hábitat de los masáis, tribu que en otra época dominó las grandes sabanas de una basta región de África Oriental.

 

Entraron en Kenia procedentes del territorio que ocupa hoy en día Sudán y conquistaron con rapidez la parte central del país. A causa de algunas enfermedades y de las hambrunas que padecieron, su población se fue reduciendo paulatinamente hasta llegar a las 300.000 personas que forman hoy la comunidad.  Hasta 1960 los masai disponían de grandes extensiones de terreno, pero éstas les fueron arrebatadas por el gobierno con la creación de la Reserva Nacional de Masai Mara. Esta privacidad de terreno no fue vista con buenos ojos, ya que los masais no cultivan ni tienen un sentido de propiedad de la tierra.  La globalización y la cultura occidental les golpea fuertemente y, en la actualidad, algunos masais se dedican al turismo, aunque para la mayoría de ellos, su forma de vida y economía es la ganadería, practicando el nomadismo en busca de los mejores pastos para alimentar a sus bueyes, una de las tradiciones que aún mantienen intactas.

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Texto y Fotos: Sergi Reboredo

Entraron en Kenia procedentes del territorio que ocupa hoy en día Sudán y conquistaron con rapidez la parte central del país. A causa de algunas enfermedades y de las hambrunas que padecieron, su población se fue reduciendo paulatinamente hasta llegar a las 300.000 personas que forman hoy la comunidad.

Hasta 1960 los masai disponían de grandes extensiones de terreno, pero éstas les fueron arrebatadas por el gobierno con la creación de la Reserva Nacional de Masai Mara. Esta privacidad de terreno no fue vista con buenos ojos, ya que los masais no cultivan ni tienen un sentido de propiedad de la tierra.

La globalización y la cultura occidental les golpea fuertemente y, en la actualidad, algunos masais se dedican al turismo, aunque para la mayoría de ellos, su forma de vida y economía es la ganadería, practicando el nomadismo en busca de los mejores pastos para alimentar a sus bueyes, una de las tradiciones que aún mantienen intactas.

Rasgos inconfundibles.

Los masais suelen ser personas fuertes, altas y sobre todo muy ágiles, ya que estás características son esenciales para la actividad guerrera que desempeñan.

De origen sudanés, son conscientes de su gran belleza y adornan su cuerpo exageradamente utilizando llamativos collares, brazaletes y pendientes que cuelgan de sus desfiguradas orejas. La mayoría de sus aderezos son de colores vivos e intensos como el rojo, amarillo, azul y verde.

Su peinado es otra de las características que los diferencia de otras tribus. Numerosas trenzas largas y teñidas de un barro rojizo cuelgan de su cabellera. Los guerreros también se diferencian por llevar el pelo largo con dos trenzas, una que les cae por delante de la frente, y otra que se dejar caer sobre la espalda.

Tradiciones ancestrales.

Para los masais, en un principio el cielo y la tierra estaban unidos. A la hora de separarse, el dios Ngai, su principal divinidad, se fue al cielo y desde allí les regaló gran cantidad de ganado. Se cree que éste es el motivo por el cual viven tan unidos a su ganado, al cual admiran más que a sus propias mujeres, y que para ellos significa riqueza y poder.

A los quince años de edad, los niños celebran una serie de rituales conocidos como la ceremonia de iniciación en los que deben realizar diversos actos para convertirse en guerreros. Reciben como regalo una enorme lanza de hierro y un machete y parten a la caza del león, al cual deberán matar y cortarle la melena para exhibirla en las danzas de celebración. Estas ceremonias están prohibidas por las leyes de Kenia, aunque clandestinamente algunos clanes continúan realizándolas.

Los poblados masais.

Las manyattas o poblados masais están formados por cabañas dispuestas en círculos y que se construyen normalmente con ramas y troncos de madera embadurnados con excrementos de sus propios bueyes. Esta forma circular les sirve de corral para guardar durante la noche el ganado y para evitar que las fieras y alimañas puedan entrar.

Las cabañas son construidas generalmente por las mujeres, las cuales están sometidas al dominio del hombre. Cuando se casan pasan a formar parte de los bienes de su marido, como si se tratara de una pertenencia más, hasta el punto de que éste puede ofrecerla a un amigo guerrero que esté de paso en el pueblo para que la posea.

Los masais no entierran a sus muertos y practican una especie de eutanasia con los enfermos. Cuando una persona está apunto de morir se la lleva a la selva dejándola abandonada hasta que le sobreviene la muerte.

Reserva Nacional de Masai Mara.
Geografía
La Reserva Nacional de Masai Mara está situada al sureste de Kenia y cuenta con una extensión de 1510 km2. Al otro lado de la frontera con Tanzania se encuentra el Parque Nacional del Serengueti, que es una prolongación del mismo Parque.

Cómo llegar
El aeropuerto internacional de Jomo Kenyatta está situado a 15 km al sureste de Nairobi y la mayoría de compañías aéreas europeas disponen de vuelos hacia este destino. El aeródromo de Mara está situado dentro del mismo Parque Nacional Masai Mara y la compañía Air Kenya ofrece dos vuelos diarios desde Nairobi a las 10:00h y a las 15:00h. Otras formas de llegar al Parque son en vehículo propio o alquilado y en las mismas furgonetas que se utilizan para los safaris si lo hemos contratado desde Nairobi o Mombasa.

Pequeños consejos
Papeleo
Para entrar a Kenia se necesita un pasaporte en regla con una validez de seis meses.
Sanidad
Las condiciones sanitarias difieren en gran medida a las que estamos acostumbrados y para prevenir riesgos el viajero debe extremar las precauciones con la alimentación.
Es aconsejable estar vacunado contra el tétanos, la fiebre amarilla, la poliomielitis así como la hepatitis A y B y realizar un tratamiento profiláctico contra la malaria.
Clima
El Parque Nacional de Masai Mara dispone de un clima suave y mucho más húmedo que en otras zonas del resto del país debido a su altitud, por encima de los 1500 metros, y a su ubicación. La época de lluvias suele ser de Noviembre hasta Junio y las tormentas nocturnas son algo bastante frecuente.
Moneda
La moneda oficial es el chelín keniano (chelines), que se divide en 100 centavos. Existen billetes de 1000, 500, 200, 100, 50 y 20, así como monedas de 20,10,5 y 1. Un euro equivale a unos 83 chelines. Existe la posibilidad de cambiar dinero en hoteles, bancos y casas de cambio. También se pueden pagar en los hoteles o sacar dinero con las tarjetas de crédito Visa y Mastercard.

Ropa
Es aconsejable llevar prendas de lino y algodón, calzado cómodo y transpirable para los safaris y vestir algo más formal si se piensa salir por las noches. Imprescindible un buen repelente de mosquitos, ropas de colores claros y un gorro para el sol.

Buenas compras y artesanía
Kenia es un lugar inmejorable para comprar recuerdos. Podemos encontrar telas, batiks, kangas, tallas de ébano elaboradas a mano, cestos de sisal, figuras de esteatita, coloridas joyas masais e incluso pulseras de pelo de elefante, que en realidad están fabricadas de plástico o de hiervas embetunadas.
Los precios pueden variar enormemente de una tienda a otra por lo que se recomienda no comprar en el primer lugar e intentar regatear.

Por Sergi Reboredo (Texto y fotos)

FOTO 1: Ritos y danzas de celebración masai.
FOTO 2: Ritos y danzas de celebración masai. Los masais adornan su cuerpo exageradamente utilizando llamativos collares, brazaletes y pendientes.
FOTO 3: Un masai cerca de su cabaña que se construyen normalmente con ramas y troncos de madera embadurnados con excrementos de sus propios bueyes.
FOTO 4: Un masai le enseña a uno de sus hijos como hacer fuego.
FOTO 5: Retrato de un masai con todos sus adornos y trenzas en el pelo.
FOTO 6: Masai en la puerta de su cabaña.
FOTO 7: Los masais se disponen a iniciar una danza dentro del poblado.
FOTO 8: Un niño y su padre en la puerta de la cabaña.

 

MASAI MARA, LA RESERVA DE ANIMALES MÁS FAMOSA DEL MUNDO.  Inaugurado en 1961, está situado al oeste del Rift Valley, en Kenia, y es la continuación natural de las llanuras del Serengeti, en Tanzania. Las serpenteantes y oscuras aguas del río Mara atraviesan esta reserva de norte a sur para proseguir su camino hacia el oeste hasta el lago Victoria, ya en tierras tanzanas. La reserva también es el hábitat de los masáis, tribu que en otra época dominó las grandes sabanas de una basta región de África Oriental.   02-AT0105: Ritos y danzas de celebración masai. Los masais adornan su cuerpo exageradamente utilizando llamativos collares, brazaletes y pendientes.

 

MASAI MARA, LA RESERVA DE ANIMALES MÁS FAMOSA DEL MUNDO.

Inaugurado en 1961, está situado al oeste del Rift Valley, en Kenia, y es la continuación natural de las llanuras del Serengeti, en Tanzania. Las serpenteantes y oscuras aguas del río Mara atraviesan esta reserva de norte a sur para proseguir su camino hacia el oeste hasta el lago Victoria, ya en tierras tanzanas. La reserva también es el hábitat de los masáis, tribu que en otra época dominó las grandes sabanas de una basta región de África Oriental.

02-AT0105: Ritos y danzas de celebración masai. Los masais adornan su cuerpo exageradamente utilizando llamativos collares, brazaletes y pendientes.

05-AT0109: Los masai viven en poblados formados por chozas circulares de barro y paja y cercadas por un cercado de ramas para evitar la entrada de depredadores. El poblado tiene tantas entradas como familias lo componen.

06-AT0107: Un masai cerca de su cabaña que se construyen normalmente con ramas y troncos de madera embadurnados con excrementos de sus propios bueyes.

11-AT0424: El Masai Mara fue inaugurado en 1961. Está situado al oeste del Rift Valley y es la continuación natural de las llanuras del Serengeti, en Tanzania. Las serpenteantes y oscuras aguas del río Mara atraviesan esta reserva de norte a sur para proseguir su camino hacia el oeste hasta el lago Victoria, ya en tierras tanzanas.

12-AT0414: Elefantes paseando por las llanuras del parque. Esta reserva natural de Kenia está clasificada entre los mejores de África por el gran número de aves y mamíferos que habitan en su interior. Hay turistas que comparten la ascensión al Kilimanjaro en Tanzania, con un safari en tierras kenianas.

15-AT0308 Contraluz de una jirafa. La Reserva Nacional de Masai Mara, también conocida como El Mara, es el mayor parque de Kenia y cautiva a sus visitantes por sus evocadoras llanuras donde abunda la fauna salvaje. Ningún viaje a Kenia estaría completo sin realizar antes un safari en este lugar.

16-AT0710: Un par de elefantes pasea por las llanuras. Este típico paisaje africano a servido de telón de fondo a películas como "Memorias de África" o "Mogambo". Es un país de contrastes, donde el viajero se encuentra transportado a otra época pasada.

18-AT0913: Un guepardo se prepara para la caza. En este parque, la fauna salvaje está más que asegurada. El león se encuentra en grandes manadas y tampoco resulta complicado encontrar guepardos y leopardos.

19-AT0712: Un guepardo acaba de cazar una gacela. En el parque abundan los elefantes, búfalos, cebras, jirafas, babuinos, hipopótamos, antílopes, gacelas, impalas, topis y ñus. Resulta más complicado poder observar a los rinocerontes, ya que existen pocos ejemplares.

20-AT0901: Una de las típicas furgonetas con el techo abierto para poder observar la fauna en directo sin correr ningún riesgo. A veces los animales se acercan a distancias inverosímiles.

22-AT0417: Miles de búfalos y ñus recién llegados al Masai Mara pacen en la sabana, mientras leopardos y leones están al acecho.

25-AT0812: Dos leonas descansan en las llanuras del parque. Las leonas suelen embestir a los machos para defender a sus cachorros.

27-AT0805: Un león ruge y enseña sus afilados dientes.

29-AT0423: El espectáculo del Masai Mara, en Kenia, no está sólo en la vida salvaje, sino en la inmensa sensación de libertad que te invade, en los atardeceres azafranados, en la inmensidad de los horizontes, en las solitarias acacias que parecen petrificadas por un dios vengativo.

30-AT0707: Airkenya vuela tres veces al día durante todo el año desde el aeropuerto de Wilson en Nairobi hasta Masai Mara.

 

LAGO BOGORIA, EN EL CORAZON DE KENIA.  El Lago Bogoria, situado en el Rift Valley, es uno de los mejores escenarios en África donde poder avistar flamencos.  Sus puestas de sol son incomparables, y por si esto fuera poco, sus manantiales de agua caliente y géiseres son un atractivo más para el turista que busca un buen complemento a los grandes safaris.  Por Sergi Reboredo (texto y fotos).  Habíamos pasado la noche en el Marigat Inn, o lo que es lo mismo, en el lugar más mediocre de toda la comarca, y el desayuno, como era de esperar, tan austero y escueto como las propias habitaciones. Nuestro amigo Kimbuva conocía el lugar y se ofreció a acompañarnos en nuestro afán de enseñarle a nuestra hija Iris como vivían los flamencos que tanta ilusión le hacía ver en sus libros.

Lago Bogoria.

LAGO BOGORIA, EN EL CORAZON DE KENIA.

El Lago Bogoria, situado en el Rift Valley, es uno de los mejores escenarios en África donde poder avistar flamencos.
Sus puestas de sol son incomparables, y por si esto fuera poco, sus manantiales de agua caliente y géiseres son un atractivo más para el turista que busca un buen complemento a los grandes safaris.
Por Sergi Reboredo (texto y fotos).

Habíamos pasado la noche en el Marigat Inn, o lo que es lo mismo, en el lugar más mediocre de toda la comarca, y el desayuno, como era de esperar, tan austero y escueto como las propias habitaciones. Nuestro amigo Kimbuva conocía el lugar y se ofreció a acompañarnos en nuestro afán de enseñarle a nuestra hija Iris como vivían los flamencos que tanta ilusión le hacía ver en sus libros.

La historia del Bogoria se remonta a 1885, cuando el obispo anglicano James Hannington atravesaba estas tierras con la intención de establecer una diócesis en Uganda. Fue el primero en avistar estos páramos y por ese motivo al lago se le llamó Hannington durante toda la época colonial. Pero James no tuvo un final feliz y fue asesinado cerca del lago Victoria a manos del cruel rey de Buganda, Mwanga II.

Actualmente el Bogoria cubre una extensión de unos 30 Km² en la región septentrional del Rift Valley, 25 kilómetros al sur de Baringo, y su profundidad máxima es de 9m. Es un lago sódico y no posee ninguna vía de desagüe por lo que provoca una intensa evaporación que hace proliferar gran cantidad de algas de tonos verdes y azulados, alimento predilecto de los flamencos.

Según los trabajadores del parque la población de flamencos enanos supera el millón y medio de ejemplares. Cuentan que tras la sequía que afecto al cercano Lago Nakuru en 1995 la mayor parte de aves que allí vivían emigraron a este lago, aunque en la actualidad algunas han decidido volver a instalarse en el Nakuru de nuevo.

LOS GEISERES, UN ATRACTIVO MÁS.

Aunque los flamencos por sí solos ya justifican la visita, las aguas sulfurosas dan un valor añadido a este paisaje. El calor que desprenden estos manantiales de agua caliente y los géiseres es tal que en escasos minutos es posible cocer unos huevos duros. Todo es aprovechable aquí en el Bogoria, incluso el calor que emanan los géiseres, que se utiliza como si de una sauna se tratase. Según en boca del propio Kimbuva, con media hora de sauna es suficiente para hacer las paces con Dios y hacer que desaparezcan todos tus problemas.

El negocio de los huevos está en auge e incluso algún samburu aprovecha la ocasión cuando sus animales pacen tranquilamente en las inmediaciones del lago para ofrecer sus servicios como cocedor de huevos y dejándose hacer de paso la típica foto con los turistas, eso sí, previo pago de 50 chelines.

A pesar de no ser un lugar incluido en los circuitos turísticos, el ir y venir de éstos es constante. Incluso es posible ver algunos autobuses repletos de escolares vestidos de uniforme procedentes de las más remotas áreas de Kenia. Se trata sobretodo de acercar las maravillas del país, reservadas casi siempre a los extranjeros, a escolares con escasos recursos.

El lado oriental del lago ofrece un paisaje no menos evocador dominado por colinas de un verde intenso pobladas por arbustos secos, praderas y bosques ribereños que alberga gran cantidad de fauna, entre la que destaca el cudú salvaje. Algunos búfalos también merodean por la zona por lo que es necesario obtener un permiso especial y la contratación de un guía experimentado para efectuar excursiones a pie si pretendemos adentrarnos en la zona boscosa.

Saliendo del lago, en la zona norte se encuentra el Pantano de Kesubo, que actualmente se está desarrollando como área turística gracias a la gran cantidad de aves diferentes que anidan en este lugar. Se cree que hay más de doscientas especies y además tiene el record de avifauna avistada en una hora, nada más y nada menos que 96. Aprovechando el empuje del turismo, han sido formados un grupo de jóvenes que por un módico precio enseñan al visitante las cualidades de cada ave y como discernir cual es cual.

La tarde cae y el cielo pinta de tonos ocres las aguas del lago. Contemplamos el atardecer, atónitos, solitarios, sin nada que decirnos, cerca del cielo y de la tierra al mismo tiempo. Es el broche final de un día inolvidable.


BOGORIA.
MÁS INFORMACIÓN
Consulado de Kenia en España. C/ Alberto Alcocer 26, 3º H 28036 Madrid. Telf. 91 458 51 71.
Oficina de Turismo de Kenia en España. Paseo de Gracia 120 3º 1ª 08008 Barcelona Telf. 93 415 83 87.

GUÍA RECOMENDADA
Lonely Planet. “Kenya” Es posible encontrarla en Ingles/Francés/ Español.

COMO IR
No hay vuelos directos desde España. Las principales compañías aéreas, Air France, Swiss Air, SN Brussels, Klm, British Airways y Kenya Airways ofrecen vuelos con escala en Paris, Frankfurt, Ámsterdam y Londres respectivamente desde 770 euros más tasas.
Una vez en Nairobi lo más práctico y económico es coger un taxi compartido en Dubois Road hasta Nakuru, que cuesta unos cuatro euros, y tarda unas tres horas. Desde allí es fácil encontrar autobuses y taxis compartidos hasta Marigat, un lugar tranquilo cerca del lago que cuenta con opciones de alojamiento para todos los bolsillos.
El lago cuenta con dos entradas, de las cuales la más sencilla es la puerta Loboi situada al norte. Entrar en la Reserva Nacional del Lago Bogoria cuesta 2000 Ksh.

GEOGRAFÍA
El Bogoria está ubicado en la zona central de Kenia, dentro de los confines del Rift Valley. Es un lago sódico y cubre una superficie aproximada de 30 Km², con una profundidad máxima de 9m. No existe ninguna vía de desagüe lo que provoca gran concentración de sales y minerales, lo cual hace proliferar gran cantidad de algas azules verdosas, que son el principal alimento de los flamencos.

DOCUMENTACIÓN
Es necesario un pasaporte en regla con una validez mínima de seis meses junto con un visado que puede tramitarse al llegar al aeropuerto por 40 euros o 50 dólares.

TELEFONÍA:
Telefonía fija: desde Nairobi o Mombasa no tendrás ningún problema en llamar al extranjero. Telefonía móvil: aunque pueda parecer lo contrario, la manera más barata de comunicarte es utilizar tu teléfono móvil GSM. En toda la región central, además de en las ciudades, hay buena cobertura. Por supuesto, no ocurre lo mismo en el interior de los parques. De todos modos, un safari es la excusa perfecta para estar ilocalizable y olvidarte del móvil por un par de semanas. Los sellos pueden adquirirse también en las tiendas de recuerdos y librerías.

CLIMA
La zona del Rift Valley goza de un clima agradable con una temperatura media que no baja de los 21 grados en todo el año. Cuenta con dos épocas de lluvias, desde marzo hasta junio y entre octubre y finales de noviembre, a pesar de ello el clima suele ser bastante caluroso y seco. Las precipitaciones máximas son de 200mm en el mes de abril.

MONEDA
La moneda oficial de Kenia es el Kenyan shilling (chelín keniata), que a su vez se divide en 100 centavos. Hay billetes de 20, 50, 100, 500 y 1.000 chelines, y monedas de 1, 5, 10 y 20 centavos, siendo el cambio de unos 72,74 chelines por dólar, es decir, que por cada euro nos dan algo menos de 92 chelines. La mejor opción es llegar a Nairobi con dólares o euros, ya que los cheques de viaje son contados los lugares que los aceptan, añadiendo a esto un cambio más desfavorable. Algunos bancos, como el Nacional Bank of Kenya, cobran comisiones por lo que suele ser más rentable cambiar en las casas de cambio. La tarjeta de crédito VISA se puede utilizar en casi todos los hoteles y algunas tiendas.

VACUNAS Y SALUD
Se exige un certificado de vacunación contra la fiebre amarilla a los viajeros mayores de un año procedentes de zonas infectadas. Es recomendable estar vacunado de la fiebre amarilla y la hepatitis A, así como acudir a los centros de vacunación exterior donde nos pueden aconsejar personalmente sobre la mejor profilaxis contra la malaria y repelentes de mosquitos, lo cual nos será de gran ayuda. No se debe beber agua de los ríos, y la fruta es necesario pelarla.

QUE LLEVAR
Siempre ropa ligera, que se pueda lavar y secar muy fácilmente, unas zapatillas deportivas, las sandalias, unas buenas gafas de sol, y una gorra. No hay que olvidar que algunas épocas por las tardes le da por llover, y un chubasquero plegable nos puede sacar de un apuro.

COMPRAS – RECUERDOS
Para comprar artesanía local uno de los mejores lugares es Nakuru. Al ser una ciudad más grande que Marigat podemos encontrar muchísimas mas cosas y a precios mucho más competitivos que en Nairobi o Mombasa. Abundan las tiendas de telas y batiks, aunque también es posible encontrar tallas de madera y de esteatita.

 

DESTINOS  EL MARA, UN SAFARI DE ENSUEÑO.  La Reserva Nacional de Masai Mara, o El Mara (comúnmente abreviado) es el mayor parque de Kenia y cautiva a sus visitantes por sus evocadoras llanuras donde abunda la fauna salvaje. Ningún viaje a Kenia estaría completo sin realizar antes un safari en este lugar. Por Sergi Reboredo (texto y fotos).  Este típico paisaje africano, con sus colinas tapizadas por praderas, y evocador de películas como "Memorias de África" o "Mogambo" es Kenia, un país de contrastes, donde el viajero se encuentra transportado a otra época pasada.  Los espacios naturales de Kenia están clasificados entre los mejores del África por el gran número de aves y mamíferos que habitan en su interior, por lo que numerosos turistas comparten la ascensión al Kilimanjaro en Tanzania con un safari en tierras kenianas.

DESTINOS

EL MARA, UN SAFARI DE ENSUEÑO.

La Reserva Nacional de Masai Mara, o El Mara (comúnmente abreviado) es el mayor parque de Kenia y cautiva a sus visitantes por sus evocadoras llanuras donde abunda la fauna salvaje. Ningún viaje a Kenia estaría completo sin realizar antes un safari en este lugar.
Por Sergi Reboredo (texto y fotos).

Este típico paisaje africano, con sus colinas tapizadas por praderas, y evocador de películas como "Memorias de África" o "Mogambo" es Kenia, un país de contrastes, donde el viajero se encuentra transportado a otra época pasada.

Los espacios naturales de Kenia están clasificados entre los mejores del África por el gran número de aves y mamíferos que habitan en su interior, por lo que numerosos turistas comparten la ascensión al Kilimanjaro en Tanzania con un safari en tierras kenianas.

Éste ha sido uno de los peores años en cuanto a turismo se refiere. Las amenazas de atentados en este país, que no son mayores de las que pueda tener más de una capital europea, unido a que algunas compañías aéreas hayan decidido anular como destino el aeropuerto de Mombasa por falta de seguridad, han originado un duro golpe en el sector. Pero las reservas de animales son completamente seguras, y el único peligro al que estamos expuestos, que constituye el ser devorados por un felino, se evita simplemente haciendo caso al guía y no saliendo del jeep durante todo el safari.

El parque de los parques.

Inaugurado en 1961, está situado al oeste del Rift Valley y es la continuación natural de las llanuras del Serengeti, en Tanzania.
Las serpenteantes y oscuras aguas del río Mara atraviesan esta reserva de norte a sur para proseguir su camino hacia el oeste hasta el lago Victoria, ya en tierras tanzanas.

Los animales son completamente libres e ignoran por completo las fronteras dibujadas sobre papel, ya sean las políticas como las propias del área protegida, por lo que no es nada extraño encontrar cebras, monos y gacelas 50 kilómetros antes de llegar al parque pastando cerca de la carretera.

La espectacular fauna del parque.

Uno de los atractivos del Mara es sin duda alguna la espectacular migración de más de un millón de ñus y doscientas mil cebras, que cada año, durante los meses de Julio y Agosto se desplazan en busca de mejores pastos desde el Serengueti para volver a Tanzania hacia Octubre.

En este parque la fauna salvaje está asegurada. El león se encuentra en grandes manadas y tampoco resulta complicado encontrar guepardos y leopardos. Abundan los elefantes, búfalos, cebras, jirafas, babuinos, hipopótamos, antílopes, gacelas, impalas, topis y ñus. Resulta más complicado el poder observar a los rinocerontes, ya que únicamente hay 37 ejemplares en toda la reserva.

Safaris para todos los bolsillos.

En Nairobi y Mombasa muchos comerciantes a comisión buscan desesperadamente wazungu (blancos) a los que venderles safaris. Es muy recomendable visitar varias compañías antes de escoger el tipo de safari deseado ya que, aparte del precio, puede influir la calidad del servicio. Algunas no organizan safaris sino que son meras agentes de terceras, otras como "Come to África" reducen costes mediante vehículos destartalados, y otras como "Savuka Tours" derivan los clientes a peores compañías en caso de no llenar el vehículo.

Los safaris, que en swahili significa viaje, son de dos tipos en cuanto a alojamiento, en camping o de tipo lodges o tiendas de lujo con comodidades comparables a hoteles de alto standing.

Los safaris organizados en vehículos suelen efectuarse en minibuses o furgonetas de entre seis y ocho plazas con el techo semi-descubierto. Si el dinero no es problema podemos realizar románticos safaris en camello, en globo, en avioneta, en moto o alquilar nuestro propio vehículo.

Reserva Nacional de Masai Mara.
Geografía
La Reserva Nacional de Masai Mara está situada al sureste de Kenia y cuenta con una extensión de 1510 km2. Al otro lado de la frontera con Tanzania se encuentra el Parque Nacional del Serengueti, que es una prolongación del mismo Parque.

Cómo llegar
El aeropuerto internacional de Jomo Kenyatta está situado a 15 km al sureste de Nairobi y la mayoría de compañías aéreas europeas disponen de vuelos hacia este destino. El aeródromo de Mara está situado dentro del mismo Parque Nacional Masai Mara y la compañía Air Kenya ofrece dos vuelos diarios desde Nairobi a las 10:00h y a las 15:00h. Otras formas de llegar al Parque son en vehículo propio o alquilado y en las mismas furgonetas que se utilizan para los safaris si lo hemos contratado desde Nairobi o Mombasa.

Pequeños consejos
Papeleo
Para entrar a Kenia se necesita un pasaporte en regla con una validez de seis meses.
Sanidad
Las condiciones sanitarias difieren en gran medida a las que estamos acostumbrados y para prevenir riesgos el viajero debe extremar las precauciones con la alimentación.
Es aconsejable estar vacunado contra el tétanos, la fiebre amarilla, la poliomielitis así como la hepatitis A y B y realizar un tratamiento profiláctico contra la malaria.
Clima
El Parque Nacional de Masai Mara dispone de un clima suave y mucho más húmedo que en otras zonas del resto del país debido a su altitud, por encima de los 1500 metros, y a su ubicación. La época de lluvias suele ser de Noviembre hasta Junio y las tormentas nocturnas son algo bastante frecuente.
Moneda
La moneda oficial es el chelín keniano (chelines), que se divide en 100 centavos. Existen billetes de 1000, 500, 200, 100, 50 y 20, así como monedas de 20,10,5 y 1. Un euro equivale a unos 83 chelines. Existe la posibilidad de cambiar dinero en hoteles, bancos y casas de cambio. También se pueden pagar en los hoteles o sacar dinero con las tarjetas de crédito Visa y Mastercard.

Ropa
Es aconsejable llevar prendas de lino y algodón, calzado cómodo y transpirable para los safaris y vestir algo más formal si se piensa salir por las noches. Imprescindible un buen repelente de mosquitos, ropas de colores claros y un gorro para el sol.

Buenas compras y artesanía
Kenia es un lugar inmejorable para comprar recuerdos. Podemos encontrar telas, batiks, kangas, tallas de ébano elaboradas a mano, cestos de sisal, figuras de esteatita, coloridas joyas masais e incluso pulseras de pelo de elefante, que en realidad están fabricadas de plástico o de hiervas embetunadas.
Los precios pueden variar enormemente de una tienda a otra por lo que se recomienda no comprar en el primer lugar e intentar regatear.

Por Sergi Reboredo (Texto y fotos)

LA MEJOR GUIA DE KENIA:


KENIA EN TU BOLSILLO


Fecha de publicación: Noviembre 2013
Lengua: Castellano
Precio: 9,95 €

 

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Kenia para niños
kenia para niños: los safaris también para los más peques

 

Ocho Leguas MASAI MARA Para entrar a Kenia se necesita un pasaporte en regla con una validez de seis meses. Sanidad Las condiciones sanitarias difieren en gran medida a las que estamos acostumbrados y para prevenir riesgos el viajero debe extremar las precauciones con la alimentación.  Es aconsejable estar vacunado contra el tétanos, la fiebre amarilla, la poliomielitis así como la hepatitis A y B y realizar un tratamiento profiláctico contra la malaria. Clima El Parque Nacional de Masai Mara dispone de un clima suave y mucho más húmedo que en otras zonas del resto del país debido a su altitud, por encima de los 1500 metros, y a su ubicación. La época de lluvias suele ser de Noviembre hasta Junio y las tormentas nocturnas son algo bastante frecuente. Moneda La moneda oficial es el chelín keniano (chelines), que se divide en 100 centavos. Existen billetes de 1000, 500, 200, 100, 50 y 20, así como monedas de 20,10,5 y 1. Un euro equivale a unos 83 chelines. Existe la posibilidad de cambiar dinero en hoteles, bancos y casas de cambio. También se pueden pagar en los hoteles o sacar dinero con las tarjetas de crédito Visa y Mastercard.  Ropa Es aconsejable llevar prendas de lino y algodón, calzado cómodo y transpirable para los safaris y vestir algo más formal si se piensa salir por las noches. Imprescindible un buen repelente de mosquitos, ropas de colores claros y un gorro para el sol.  Buenas compras y artesanía Kenia es un lugar inmejorable para comprar recuerdos. Podemos encontrar telas, batiks, kangas, tallas de ébano elaboradas a mano, cestos de sisal, figuras de esteatita, coloridas joyas masais e incluso pulseras de pelo de elefante, que en realidad están fabricadas de plástico o de hiervas embetunadas.  Los precios pueden variar enormemente de una tienda a otra por lo que se recomienda no comprar en el primer lugar e intentar regatear.


Masai Mara, libertad animal


Hasta llegar a las vastas llanuras de Loita, en el vestíbulo del hogar de la tribu Masai, el mal de África no es más que un bello recurso literario en el que cuesta trabajo creer.

La tierra humedecida por la lluvia impregnaba, con su olor, todo el ambiente. El Sol, a lo lejos, como una bola de fuego, lanzaba sus últimos tímidos rayos y amenazaba con ocultarse tras la línea del horizonte. Como si quisiese ser testigo, el arco iris hizo su fugaz aparición y ni siquiera los animales se atrevían a perturbar el silencio de la sabana. Era un atardecer en Masai Mara, la gran reserva keniata, pero parecía el momento culminante de la creación del mundo.

El viajero ha oído de él por la prosa de Karen Blixen, Ryszard Kapuscinski o Javier Reverte, blancos que jamás volvieron a ser los mismos tras pasar por esta esquina olvidada del mundo. Pero es aquí, mientras la inmensidad del nítido horizonte permite cumplir el viejo sueño infantil de comprobar con los propios ojos que la Tierra es en efecto redonda, cuando uno se da cuenta de que está en un lugar irrepetible al que deseará regresar mientras viva y que jamás olvidará. Nada, salvo las artificiales fronteras pintadas en Europa en la época colonial, distingue a la reserva de Masai Mara del vecino ecosistema del Serengeti. En ningún otro lugar del mundo viven tantos mamíferos en estado salvaje como en éste.

La reserva

Apenas se avanza sobre la reserva, las manadas de herbívoros comienzan a aparecer por las praderas. A un lado de la pista de tierra, varias docenas de ñus acompañados de un puñado de antílopes y cebras; cruzando el camino, impávidos, un grupo de elefantes adultos con sus crías, son los reyes de la sabana; a lo lejos, recortadas sobre el horizonte, una familia de coquetas jirafas masai… Mientras los depredadores son más visibles al alba y al atardecer y permanecen por el día guardando fuerzas; resguardados en zonas de matorral o subidos sobre las copas de las acacias habitan los leopardos, las hienas manchadas merodean alrededor de las grandes manadas de ñus, y para ver al rey de la selva hay que buscar en las zonas más privilegiadas, ya que las familias de leones viven junto a los riachuelos, en zonas mínimamente frondosas.

Acaba de amanecer y es la hora de los postres. Los machos, los primeros en comer y los últimos en intervenir en cualquier trifulca, hacen la digestión mientras una bandada de buitres se reparten las sobras. El desfalco dura hasta que llega la leona, que sabe lo que cuesta traer el pan a casa, y espanta a los carroñeros a zarpazos en un abrir y cerrar de ojos. El safari continúa por las riberas del río Mara, y es en este lugar donde se puede contemplar uno de los mayores espectáculos de la Tierra: el paso de la gran migración. Con una superficie superior a los 25.000 kilómetros cuadrados, el ecosistema Serengeti-Mara mantiene su preciso equilibrio biológico gracias a este fenómeno natural, según el cual millón y medio de ñus, 250.000 cebras y medio millón de gacelas Thompson -acompañados, claro, de un incesante cortejo de depredadores y carroñeros- recorren cada año 3.000 kilómetros en busca de pastos. El trayecto, circular, nace en las inmediaciones del cráter del Ngorongoro -Tanzania-, donde entre enero y marzo tiene lugar el alumbramiento de 400.000 crías de ñus, y finaliza en ese mismo lugar tras recorrer las llanuras del Serengeti, cruzar el Mara, arrasar los pastos masai y regresar de nuevo hacia el sur. A finales de noviembre, la gran migración ya ha pasado y la esperanza de ver a un rebaño de ñus cruzando las aguas es pequeña. Pero merece la pena llegar aquí aunque sólo sea para contemplar los restos de la batalla. Los cocodrilos, cebados para el resto del año, han puesto sus hinchadas panzas al sol y no se inmutan porque una colonia de marabúes se haya puesto a escudriñar en el inmenso cementerio en que se han convertido las chocolateadas aguas del Mara. En otro recodo del río, como grandes autobuses aparcados, dormita un grupo de hipopótamos y su única preocupación es zambullirse en el agua a cada rato para refrescarse…

La urbe y los Masais

Pero esta exhibición de vida salvaje no es, aunque resulte increíble, el mayor tesoro que queda prendido al corazón del viajero. A la hora de partir, cuando, de vuelta a Nairobi, regresa el asfalto y comienzan a verse las primeras gasolineras, las primeras casas de uralita, por el proyector de la memoria comienza a pasar los irrepetibles rostros humanos que se quedan en aquella remota sabana, y el jeep se convierte en un inesperado funeral por lo que se deja atrás. Lo más admirable de la tierra masai son sus gentes. En otro tiempo temidos guerreros, los masai mantienen costumbres ancestrales y continúan poniendo su vida de pastores nómadas a disposición de su ganado. La vaca es el elemento central sobre el que gira el universo masai. De ella obtienen la leche y la sangre con la que se alimentan. Con sus cuernos y sus pieles fabrican utensilios imprescindibles para una vida nómada. Con el abono de las reses construyen sus casas. La vaca es además moneda de curso corriente hasta para comprar una esposa. Así que, como si de modo inconsciente el visitante quisiera llevarse para su casa leves calmantes contra el dolor del mal de África, la maleta regresa cargada de baratijas inservibles, recuerdos de los masai, que en el considerado primer mundo adquirirán un valor sentimental inmenso.

La morriña de aquellas tierras y sus hospitalarias gentes es tan intensa a la vuelta que hasta la tierra roja que mancha los zapatos cuesta trabajo de desprender una vez se ha abandonado aquel lugar de imponentes fieras y sonrisas perennes.

Mara Sopa Lodge. Situado en las laderas de las colinas de Oloongams, es uno de los primeros lodges edificados en Masai Mara. Construido siguiendo los ritos masais, es un verdadero placer para los sentidos.

Mara Serena Lodge. Espectaculares vistas a la sabana desde su privilegiada ubicación en el cerro de una colina. De los más lujosos de todo Masai Mara.