Cada julio, miles de haitianos se dirigen a Saut d'Eau, una cascada situada 60 kilómetros al norte de Puerto Príncipe, en el peregrinaje más importante de la religión Vudú de este país caribeño. En el país más pobre de América, el costo de este viaje puede significar días o meses de trabajo, sacrificio que será recompensado por las bendiciones que les llegarán a los peregrinos al bañarse en las aguas místicas de la cascada de Saut d'Eau (salto de agua, en francés), en Ville Bonheur, departamento del Centro. Según la leyenda popular, en 1847 Erzulie Dantor, diosa vudú de la belleza y el amor, se apareció en el lugar sobre un árbol y empezó a curar enfermos y ejecutar milagros. Los sacerdotes católicos vieron en ello una blasfemia, talaron el árbol y erigieron una iglesia a pocos metros de distancia, en honor de la Virgen.  Por obra y arte del sincretismo, Erzulie se camufló en la católica Virgen de Mont Carmel, o Virgen de los Milagros. Desde entonces, los haitianos consideran las aguas de Saut d'Eau, cercana a la iglesia, benéficas y curativas de todos los males.