El Puente de Brooklyn. Desde Manhattan, un buen lugar para contemplar el Puente de Brooklyn es el South Street Seaport (Puerto de la calle Sur), donde se encuentra el Pier 17, una zona de entretenimiento y bares, lo que propicia disfrutar de su característico estilo arquitectónico gótico de sus imponentes pilares desde una terraza, tomando una cerveza. También es aconsejable cruzar el puente hacia el lado Brooklyn para llegar al parque (Empire Fulton Ferry State Park) situado a orillas del rio Sur, bajo el mismo puente. Las vistas del puente desde este parque nos recuerdan la oscarizada película de Woody Allen, Manhattan. Y ya desde aquí, y si tenemos ganas y fuerza, podemos cruzar el puente a pie, por su paseo peatonal, y así disfrutar de grandes vistas de Manhattan y Brooklyn. En cualquier caso, uno de los mayores méritos de este puente emblemático de Nueva York es permanecer erguido. O lo que es lo mismo, el no haberse derrumbado por el azote de los temporales, como les ha ocurrido a muchos otros puentes de Nueva York construidos con posterioridad. El Puente de Brooklyn, tras su inauguración en 1883, con sus 486 metros de longitud totales, se convirtió durante 20 años en el puente colgante más largo del mundo. Ahora es una de las visitas obligadas en Nueva York. La imagen de sus grandes pilares y los cables propios de un puente colgante es uno de los iconos de la ciudad de Nueva York.  El día en que se abril, el Puente de Brooklyn, de 15 millones de dólares, fue bautizado como la “octava maravilla del mundo,” según indica PBS, y fue cruzado por más de 150,000 personas, informa el sitio turístico Racontours.  La primera persona en cruzar el puente fue Emily Roebling, la esposa del ingeniero del proyecto Washington Roebling; Emily atravesó en un carruaje, según indica PBS. La Sra. Roebling fue una figura clave en la construcción del puente, tomando muchas de las tareas de su marido luego de que sufriera un caso de la enfermedad del cajón, conocida hoy como enfermedad de los buzos o aeroembolismo, y tuvo que guardar cama.  El puente se abrió al tráfico a las 2 de la tarde luego de una ceremonia de apertura en la que el Presidente Chester Arthur participó. “La fiesta continuó hasta la noche con una celebración con fuegos artificiales,” indica la Global Architecture Encyclopedia.