Escaparate de la tienda de Versace en la Quinta Avenida. Lujosas tiendas son sinónimo de la Quinta Avenida y sobretodo en este tramo desde la 48th Street hasta la 59th Street en Central Park. En 1917, Cartier compró la mansión del banquero Morton Plant a cambio de un collar de perlas, iniciando una moda a la que seguirían el resto de empresas comerciales como Tiffany, Versace, Luis Vuitton, y Armani, entre muchas otras. Es el enclave elegido de los hoteles de más prestigio como el Plaza o el Waldorf-Astoria. Además, algunas empresas prestigiosas también tienen su sede aquí como es el caso de IBM, General Electric o Apple. En 1862 Caroline Schermerhorn Astor construye su mansión en la confluencia de la calle 34. Posteriormente construye el Hotel Waldorf-Astoria, en el lugar donde hoy está el Empire State Building, iniciando así la tendencia comercial de esta calle. En la actualidad es una de las principales arterias de Manhattan, repleta de pisos de lujo y mansiones históricas, análogo siempre de opulencia y exclusividad. Las tiendas de moda y complementos más fashión del mundo están casi obligadas a tener un escaparate en este trozo de calle comprendido entre la 48th y la 59St. Tiffany, Versace, Cartier, Prada, Gucci, Dior, Louis Vuitton e incluso la española Zara, cuentan con una tienda en estos dominios. El precio del metro cuadrado es el segundo mayor del planeta, después de la calle Sloane de Londres.  La diseñadora Donatella Versace se encuentra en una clínica de desintoxicación para superar una supuesta adicción a la cocaína, según ha informado «The New York Post». De acuerdo con el tabloide, la hermana del desaparecido Gianni Versace libra una batalla contra la droga desde hace años, pero es ahora cuando ha salido a la luz pública. El rotativo, que cita fuentes anónimas de Versace, señaló que «la familia ve esto como un asunto privado y esperamos que la prensa lo respete como tal».  Donatella, de 49 años, se encuentra ingresada en un centro de Nueva York pero, según manifestaron ayer fuentes de la firma italiana a ABC, «no es para librarse de ninguna adicción, sino para someterse a una cura de reposo». Federica Quaia, de Barabino & Partners, la empresa que se encarga de la comunicación de la casa Versace en Milán, aclaró que la diseñadora se encuentra «muy estresada», por motivos relacionados con su trabajo, «por lo que decidió permanecer internada en esta clínica -de la que no facilitó el nombre-, durante un mes», agregó. «Sí que se trata de un asunto privado, pero no sufre ninguna adicción», insistió.