Un par de asiáticos recién casados celebran su luna de miel en la zona de Times Square. En el centro de esta espectacular combinación de luces, movimiento, vida y colores, se abrió este año, un espacio amplio para que los turistas descansaran o miraran a su alrededor la impresionante exhibición de arte desarrollado por publicitas que en su conjunto, le dan a Times Square el calificativo del Centro de la Gran Manzana y del Mundo, la Ciudad que nunca duerme, la Babel de Hierro o la Capital mundial del arte y el entretenimiento. Sobre la avenida Broadway se pueden apreciar animadamente los gigantes logos de grandes compañías, pósters que ocupan hasta decenas de pisos de los edificios, pantallas enormes de TV, la decoración de las ventanas de los diferentes negocios, la información electrónica sobre la bolsa de valores y las últimas noticias en el mundo. También, a lo largo de unas diez calles, una buena cantidad de puestos de vendedores ambulantes de carteras de cuero, Hot dogs, gaseosas, maní, y caricaturistas, artistas, músicos, etc. Es curioso ver a los carruajes tirados por caballos que pasean a los turistas, circulando en medio de flamantes autos y limosinas. Times Square constituye una parte de Manhattan diseñado con la más alta tecnología luminosa de los últimos días cuyos enormes anuncios animados le dan a la Gran Manzana un ambiente impactante nunca visto en otros países del mundo, en cuanto a recreación se refiere. Los gigantescos edificios son cubiertos en sus primeras plantas por enormes avisos publicitarios como Toyota, Toys for Us, Quick Silver, Aerolíneas, McDonald's, reconocidas y populares compañías de ropa, Bancos, y otras muy familiares para muchos,.. El ruido se vuelve común, aceptable y familiar, y es una mezcla de expresiones de la gente, de rizas, de asombros, de las ambulancias, el caminar de los caballos que tiran los carruajes, los autos policiales, los músicos callejeros,.. La gente multiétnica entra y sale de los almacenes usando su lengua de origen, para continuar su paseo inolvidable por las calles celestiales de Times Square, mientras los caricaturistas asiáticos se ganan de 5 a 10 dólares cada 5 o 10 minutos. Su habilidad para este negocio aglomera a mucha gente a su alrededor que esperan ver terminada su obra de arte y sonreír por la gracia de sus remarcadas características faciales distorsionadas. Un olor que cambia mientras se camina, provocado por el vendedor de "Hot dogs", "Pretzels", chuzos, maní y coco acaramelados, chocolates, que no descansan un momento, sonrientemente atienden a sus clientes que esperan su turno mirando admirados a su alrededor.