Estación de Grand Central Terminal en el Lower Midtown.  42nd Street con Park Avenue. Telf. 212-340-2583. (visita turística gratuita mie-vie 12:30pm). Símbolo de la ciudad de Nueva York, la también llamada Grand Central a secas, se acabó de construir en 1913 y todavía hoy en día es la estación más grande del mundo en número de andenes, 44 con 67 vías, 41 en el nivel superior y 26 en el inferior. Se contruyó en el más puro estilo Beaux Arts y destaca sobretodo el vestíbulo principal con su altísimo techo abovedado y tres enormes ventanas de 23 metros de altura. Por este vestíbulo pasan diariamente medio millón de personas y es uno de los decorados habituales en las películas rodadas en la ciudad. El techo de bóveda pintado en verde está decorado por signos del zodíaco pintados al revés por el francés Paul Helleu. La estación también cuenta con tiendas de todo tipo y restaurantes tanto de etiqueta como de comida ligera. Estación de Grand Central Terminal en el Lower Midtown.  42nd Street con Park Avenue. Telf. 212-340-2583. (visita turística gratuita mie-vie 12:30pm). Símbolo de la ciudad de Nueva York, la también llamada Grand Central a secas, se acabó de construir en 1913 y todavía hoy en día es la estación más grande del mundo en número de andenes, 44 con 67 vías, 41 en el nivel superior y 26 en el inferior. Se contruyó en el más puro estilo Beaux Arts y destaca sobretodo el vestíbulo principal con su altísimo techo abovedado y tres enormes ventanas de 23 metros de altura. Inaugurada en febrero de 1913 y reformada en 1998, Grand Central Terminal es una de las joyas arquitectónicas de Nueva York. La estación actual fue construida sobre la antigua Grand Central Station, inaugurada en 1871 y con un nombre que aún muchos utilizan para referirse a la estación actual. La construcción de Grand Central Terminal vino motivada por la necesidad de soterrar las vías y jubilar los trenes a vapor. Desde sus primeros bocetos, las obras tardaron 10 años en completarse.En los años 50, el boom del automóvil y la creación de nuevas zonas residenciales hicieron que el tren cayera en desuso. Ésto, unido el gran incremento de precio del terreno en Manhattan, puso a la estación pendiente de un hilo. Finalmente, para salvar la estación, decidieron construir zonas comerciales en ésta y vender el edificio de oficinas que habían construido en su parte trasera. De esa venta surgió el rascacielos de la Pan Am (ahora MetLife), de 59 plantas.Si bien más de 100.000 personas utilizan esta estación a diario, este número queda diezmado por la cantidad de turistas que entran a comprar en sus tiendas, comer en sus restaurantes o, simplemente, hacer fotografías del edificio. La parte más llamativa de la estación es sin duda su hall, Vanderbilt Hall es una sala de espera de más de 1.100 metros cuadrados. Lo más sorprendente de la sala, además de su tamaño, son sus techos y la decoración en general.