Un saxofonista en el parque de Washington Square Park en Greenwich Village. Este enorme parque en el que hoy en día se congregan saxofonistas, cantantes de blues, turistas, jugadores de ajedrez y universitarios a todas horas, había sido antaño una zona pantanosa en la cual la gente se retaba a duelos, se practicaban ejecuciones e incluso había servido como fosa común. Washington Square Park es un parque destacado entre los 1.700 parques que cuenta la ciudad, en pleno corazón del Greenwich Village. Cercado por la Universidad de Nueva York, con sus numerosos edificios alrededor, el parque es un punto concurrido por igual tanto por turistas como por residentes. Con un arco emblemático en el extremo norte del parque, el Arco de Washington, el espacio abierto es parte de la esencia del barrio. Situado al pie de la Quinta Avenida, no se caracteriza por los espacios verdes, porque se encuentra bastante “urbanizado”. Posee una gran fuente, además de juegos infantiles, zonas de jardines, juegos, estatuas y un paseo con mesas de ajedrez. Curiosamente, el área era a comienzos del siglo XIX dedicada a un cementerio público para los pobladores desconocidos e indigentes. El cementerio fue cerrado en el año 1825, y el terreno fue comprado por la ciudad para ser destinado a la plaza de hoy en día. Desde 1930, la zona fue muy codiciada y aún hoy se conservan en alrededores casas históricas de la época. El famoso arco, fue construido para celebrar el centenario de la toma de posesión de George Washington como presidente. La excéntrica Lady Gaga sorprendió al público con una inusual y provocativa propuesta. La diva insinuó a sus fans, a la mitad de su concierto en Nueva York, que podían pasar una noche de alcoba con ella. "Este es mi cuarto y último concierto aquí en Nueva York, ¿saben lo que eso significa? Podría tener sexo con ustedes y no tener que vernos por la mañana", susurró a toda la audiencia que pagó más de mil dólares por verla.