Imágenes de madera llamadas Ki’i hacen guardia sobre una reconstrucción de un templo y mausoleo que contenía los huesos de 23 ali’i. Pu’uhonua o Honaunau Nacional Historic Park. Big Island. Sus casas de madera pintadas en colores atrevidos te transforman a una atmósfera de los años setenta, cuando el pueblo era un lugar próspero dedicado en pleno a la caña de azúcar. Desde las afueras del pueblo y por la carretera Kohala Mountain Rd. que lleva hasta Waimea los ranchos con caballos y ganado se suceden uno tras otro a la vera del Waipi’o Valley. En la zona este, conviene visitar la ciudad de Hilo y su jardín japonés así como la Ruta Panorámica Pepe’ekeo camino de las cascadas Akaka Falls. En las proximidades del pueblo también se encuentra la playa de Honoli’i, donde la mayoría de practicantes al surf son mujeres, e incluso existe una escuela, la Big Island Girl Surf, que da clases a las novicias. En fin, Hawai es un país que no le da la espalda a todo aquel que quiere pasárselo bien.