Pintora en la playa de Perouse Bay. Maui. Existen distintos eventos causados por actividad volcánica que pueden ser muy peligrosos para la vida y las propiedades. Entre ellos podemos nombrar ríos de lava, lahares (aludes de lodo), lluvia de cenizas, avalanchas de desechos y flujos piroclásticos. La roca fundida o magma que es vertida en la superficie terrestre se denomina: lava. Cuanto mayor porcentaje de silicio contenga la lava, más viscosa será. La lava baja en silicio puede avanzar más rápido, de 16 a 48 km/h (10-30 millas/h), lo que forma corrientes de lava que pueden ser angostas o amplias y que se extienden por varios metros. Entre 1983 y 1993, las corrientes de lava basáltica que fluyeron del volcán Kilauea, en la gran isla de Hawaii, destruyeron cerca de doscientas casas y la autopista que bordeaba el lado sur del volcán. Uno de los peligros más significativos de las erupciones es la capacidad de quemar y enterrar todo a su paso. Las corrientes de lava pueden hacer que las represas desborden o se rompan, causando inundaciones. Algunos métodos para controlar el avance de la corriente de lava incluyen: construir barreras de contención y canales para desviar el paso de la lava, enfriar la fuente con agua, o desestabilizar el avance de la lava con explosivos. Los volcanes (volcanoes) emiten gases durante las erupciones. Incluso cuando no está en erupción, las grietas en la tierra permiten que los gases escapen a la superficie. Los gases volcánicos más comunes son vapor de agua (90%), dióxido de carbono, hidrógeno, dióxido de azufre y sulfuro de hidrógeno. El dióxido de azufre puede reaccionar con los vientos y permanecer en la atmósfera causando lluvia ácida, lo que deriva en la corrosión y deterioro de la vegetación. El dióxido de carbono es más pesado que el aire y tiende a acumularse en letales concentraciones que pueden causar que animales y personas sufran asfixia. Las grandes erupciones inyectan dióxido de azufre en la estratósfera, y cuando se combinan con agua forman ácido sulfúrico. Por los rayos del sol, las partículas de ácido sulfúrico pueden bajar la temperatura de la superficie de la tierra algunos grados. También aceleran la destrucción del ozono liberando cloro y nitrógeno a la estratósfera.