El Atomium, con sus 102 metros de altura y 2400 toneladas de peso, representa la estructura de un átomo de hierro aumentado 165 millones de veces. Sus esferas fueron construidas por André Waterkeyn en acero y aluminio para la Exposición Internacional de 1958, y está formada por nueve esferas de 18 metros de diámetro cada una, comunicadas entre sí por escaleras mecánicas. En principio se habló de desmontarla una vez concluida la exposición, pero rápidamente se convirtió en una atracción turística que todavía perdura en la actualidad, y que se ha convertido incluso en un icono de la ciudad. En marzo del 2004 se llevó a cabo un proceso de rehabilitación que duró hasta febrero del 2006, incluyendo un ascensor que sube hasta la cima a una velocidad de 5 m/s. Cuenta con un espacio interior para albergar exposiciones y un restaurante. LAS BOLAS DEL ATOMIUM VISTAS DE CERCA.