Barcos cargados de madera recorren las aguas del río Sungai Kinabatangan. Sukau. Esta frase da testimonio de la magnitud de la tala realizada en Borneo durante los últimos 20 años. La isla ha experimentado una presión de tala de las más intensas registradas en los bosques tropicales, extrayéndose en ocasiones más de 240 metros cúbicos de madera por hectárea (el promedio en la Amazonía es de 23 metros cúbicos/ha). Esta intensidad eventualmente se convirtió en la ruina de la industria: el mercado maderero colapsó en Malasia e Indonesia en los últimos 15 años. Hoy en día la silvicultura sigue siendo importante en la isla, sobre todo en las regiones de Kalimantan y Sarawak, donde muchas personas continúan trabajando en las compañías madereras, con lo que se generan cientos de millones dólares para la economía local. A continuación se presenta un breve repaso sobre la tala en Borneo. La tala despuntó primero en Borneo, Malasia y después en Kalimantan, Indonesia. Ambos países tuvieron ciclos similares de expansión y colapso propiciados por los subsidios gubernamentales y la facilidad en el otorgamiento de créditos para la construcción de carreteras y aserraderos. La tala ilegal estaba ampliamente diseminada en los dos países.   principios de los 90s al menos un tercio de las exportaciones madereras de Malasia eran de procedencia ilegal, incluyendo un 40% de la madera enviada a Japón. La tala ilegal sigue siendo un problema en Malasia, aunque no es tan grave como en Indonesia. Actualmente, Malasia esta involucrada en el comercio ilegal de madera principalmente a través del contrabando y operaciones ilícitas realizadas en otros países, particularmente Indonesia. Las empresas malayas son cómplices de la extracción ilegal en Kalimantan. Algunas veces la madera pasaba de contrabando por la frontera y después era embarcada como madera "malaya".