Miles de fieles, incluidos niños y embarazadas, se apiñan bajo una cascada para recibir el baño de la suerte y se invoca la figura de Ewa Ezili, una de los principales personajes del panteón vudú. Bajo la tromba de agua es imposible oír una palabra; los devotos bailan, hacen abluciones con sus botellas y sus cuencos de calabaza y se entregan a la comunión con sus santos, los 'loas'. Estos tienen nombres barrocos y coloniales como Barón Samedi, Maman Brigitte, Papa Legba, Damballa y Papa Ogou.