Varias mujeres rezan en el interior de la iglesia de Nuestra Señora del Monte Carmel. En las proximidades de esta zona miles de peregrinos acampan en tiendas de campaña, al raso o como huéspedes en las casas vecinas. Llegan después de muchas horas de camino a pie, en burros y en "tap tap", los coloradísimos y típicos autobuses, en busca de buena suerte y beneficios.  En el país más pobre de América, el costo de este viaje puede significar días o meses de trabajo, sacrificio que será recompensado por las bendiciones que les llegarán a los peregrinos al bañarse en las aguas místicas de la cascada de Saut d'Eau (salto de agua, en francés), en Ville Bonheur, departamento del Centro.